Texto y fotos: Agustín Borrego Torres
Han sido sesenta años de brutal y canallesco acoso sobre una nación libre y soberana, que decidió su destino al lado de los humildes y explotados. Que construyó un proyecto social, donde ha primado la justicia; que ha llevado la bandera del internacionalismo proletario a otros pueblos hermanos.
El cobarde y criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos sobre Cuba ha pretendido rendir por hambre y necesidad a un pueblo de Patria o Muerte.
Pero este pueblo sigue en pie, no se rinde ni flaquea. Cada zarpazo imperial lo convierte en más creativo y capaz de seguir adelante.
Escasea el combustible, pero juntos salimos victoriosos. Innovadores y creativos, los cubanos no se detienen.
Choferes particulares y estatales no permiten que nuestros obreros lleguen tarde al trabajo.
Solidarios, como en muchas contiendas, dicen no al bloqueo y responden al llamado de la Patria.
Nuestros comercios siguen abastecidos. La canasta básica ha llegado puntual a nuestros hogares, son productos subsidiados, que alcanzan a todos por igual.
Otra lección de Cuba que se crece ante las dificultades.