Los glaciares de los Andes, pieza clave para la subsistencia de los ecosistemas de ese territorio, sufrieron una pérdida de masa generalizada entre los años 2000 y 2018 debido al calentamiento global. La situación es especialmente grave en las zonas centrales, donde su retroceso se aceleró en la última década.
Así lo evidencia un estudio realizado por un grupo de investigadores franceses y argentinos, que analizaron unas 30 mil imágenes satelitales de toda la cordillera de los Andes tomadas durante 19 años y observaron que las consecuencias de la crisis climática son palpables en la zona.
La investigación, recientemente publicada en la revista Nature Geoscience, dividió en siete las zonas glaciares de la cordillera sudamericana, que se extiende desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, y determinó que el promedio del adelgazamiento total es de 13,7 metros por región.
Los participantes en el trabajo atribuyen el trastorno al calentamiento global en curso, lo cual se encuentra en sintonía con lo que está sucediendo con los glaciares en otras partes del planeta.
Liderado por la investigadora de la Universidad de Toulouse (Francia) Inés Dussaillant, este es el primer estudio que abarca todas las zonas andinas con un registro continuo, homogéneo y completo del espesor de sus glaciares.
Los daños más graves se reportan en áreas situadas en Chile y Argentina. La que presenta la pérdida de masa más severa, con 86 centímetros de adelgazamiento al año, es la zona sur de la Patagonia, donde se concentra gran parte de la superficie glaciar andina.
En este territorio, que se extiende por el sur argentino y chileno, se encuentran algunos de los glaciares más conocidos de Los Andes, entre ellos el Perito Moreno, gran foco del turismo mundial. Otros grandes glaciares patagónicos como el Upsala (765 kilómetros cuadrados) y el Viedma (977 kilómetros cuadrados) casi cuadruplican y quintuplican, respectivamente, la superficie total de la ciudad de Buenos Aires.
Mientras el Perito Moreno se ha mantenido relativamente estable durante estas dos décadas, el Upsala y el Viedma pierden unos 15 metros de altura al año en su parte frontal.
El escenario apunta como crítico en Tierra del Fuego, la zona más austral del continente americano, donde se acumulan pequeños glaciares por la particular estructura de la zona.
Debido al considerable desequilibrio existente entre las presentes temperaturas globales y las de los glaciares, los investigadores esperan un retroceso generalizado de estos últimos en los años venideros. Pronostican que, con las actuales tasas de pérdida anual, las masas de hielo y nieve de los Andes podrían desaparecer en las próximas décadas o centenares de años.
(Con información de Agencias)