Lo más generalizado es que los innovadores y racionalizadores sean premiados cuando materializan una idea. En la medida en que un trabajador manual o intelectual considera el trabajo como esencial en su vida, la generación de ideas para innovar o racionalizar va aumentando debido a su interés por optimizar un proceso o evitar la paralización total o parcial de una actividad.
Sean o no miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores esas personas están todo el tiempo observando su entorno y buscando o encontrando el problema para hallarle las soluciones posibles.
Son todo lo contrario a quienes en vez de buscar una solución para un problema, presentan tres problemas que entorpecen cada solución que alguien encuentra.
Aunque esa dedicación es constante, el estímulo es intermitente, y por lo general es dado durante la conmemoración de alguna fecha histórica, ocasión en que premian a los que han triunfado, pero los que han fallado un intento tras otro, quedan en el olvido, aunque sea involuntariamente.
No se tiene en cuenta que cuando alguien logra el éxito por introducir cambios en el flujo de trabajo, cambiar una pieza de un lugar para otro o sustituir un elemento por otro, lo ha conseguido a costa del tiempo dedicado y quizás también de una cantidad de pruebas hasta encontrar el procedimiento correcto.
Hasta cuando alguien sabe de un problema y de inmediato da la solución, ha tenido que aprender e investigar, pues los razonamientos que hizo no son un fruto llegado por un milagro a su mente.
Debieran ser tomados en cuenta en la justa medida aquellos hombres y mujeres que en cada intento tienen que volver a comenzar porque no obtuvieron los resultados deseados, pues son los momentos en que más estímulos necesitan para renovar los bríos.
Por supuesto que no se trata de organizar un acto, una ceremonia o cualquiera de las otras formas tradicionales para dar reconocimientos, sino proceder de acuerdo con las circunstancias y características de la persona.
Quizás algunas sencillas palabras de aliento basten, o tal vez sea necesario darle más apoyo, o pudiera faltarle información sobre el aspecto que esté tratando de innovar, y no dudemos que también entre todo el colectivo logren despertarle la idea definitiva.
Y no olvidemos en esta búsqueda de estimulación, a aquellos que ya tienen la solución, pero por temor a decir algo disparatado o porque creen que se necesita algo que no existe, pero no saben que sí es posible gestionarlo.
Tampoco olvidemos que se requiere estimular a todos para que consideren el trabajo como una necesidad vital, pues en la medida en que esto se logre, aumentarán las innovaciones y racionalizaciones.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
Hola. Me agrada mucho ver que alguien se preocupa por este tema. No soy innovador, ni nada que se parezca, pero hasta cuando estaran estas personas esperando la benevolencia del CITMA y el MTSS, por que tenemos que seguir bajo la sombra de gente que no le interesa la generacion de buenas ideas para que nuestra decapitada industria empiece desde su seno dar evidencia que hay mucha gente que ciertamente PIENSA COMO PAIS.
ABRAZOS
Y que acordó el XXI Congreso en tal sentido..? Todavia estamos esperando en letra viva la instrumentación práctica de todos sus acuerdos.