En estos días en que se habla del Teletrabajo o Trabajo a Distancia, y se aclara que está autorizado desde hace varios años, le propuse al colega Gabino Manguela contar su experiencia y la mía de cómo desde su casa en La Habana dio cobertura a un hecho noticioso, me lo envió a la mía en Santa Clara, y entre ambos gestionamos las fotos y publicamos en el sitio web de Trabajadores.
Para provocar comentarios que dieran ideas con vistas a redactar esta nota, puse en Facebook:
Al otro día de jubilarme, ya en noviembre del 2018 ingresé al colectivo del periódico Trabajadores, gracias a que tuve respaldo legal con la Ley No. 116/2013, Código de Trabajo, que entró en vigor en junio del 2014, donde no aparece el término de «teletrabajo», pero sí deja claro que el lugar de trabajo, horario, duración de la jornada y el régimen de trabajo y descanso se acuerda entre las partes y en consecuencia este puede ser en la entidad laboral o el domicilio.
Agradezco a los periodistas que están en cargos de dirección en Trabajadores que hayan tenido una mentalidad tan moderna que me han permitido realizar las faenas sin estar físicamente nunca en el edificio donde radica la publicación oficial de la Central de Trabajadores de Cuba.
En correspondencia con ese gesto, no ocasiono gastos de energía eléctrica, tampoco demando meriendas, almuerzos, comidas, no pido transporte, no voy a firmar nóminas para cobrar, pues el pago lo recibo por tarjeta magnética, en fin, no estoy en La Habana, pero estoy aunque esté en Santa Clara.
Sin embargo, hay un pero… y el pero es que el avance de la informatización de la sociedad comprendida por mis colegas en cargos de dirección en Trabajadores le aporta muchas ventajas a mi centro laboral, pero… mi familia se queja de que estoy siempre trabajando… no digo más porque cualquiera puede imaginarse el resto.
La moraleja es que quien se acoja a la modalidad del Teletrabajo o Trabajo a Distancia, sepa mantener un equilibrio en su vida laboral, social, personal y familiar para que todos seamos felices.
Entre los comentarios, hay uno de Gabino Manguela Díaz, quien escribió:
Me encanta el análisis de mi colega Chang. Me parece que su familia -esposa- también le reclama a Chang que no la deja dormir cuando ella así lo desea, o que le enciende la luz cuando ella quiere oscuridad. Nada, Chino, es difícil entender a las esposas-familias. Yo no teletrabajo y me sucede igual. ¿Por qué será?
Aunque Gabino se resista a creerlo, nosotros, dos periodistas que andamos más allá de ser sexagenarios, usamos durante toda una noche los recursos de la modernidad para cumplir una encomienda laboral sin salir de nuestros hogares.
Lo mismo sucede con el colega Francisnet Díaz Rondón, quien se niega a creer que fue él en los comienzos del segundo milenio, el que me dio la clave para acompañar al Grupo Chasqui de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en los intentos por crear y desarrollar un CMS (Content Manager System).
Cuando empezaba a tratar de comprender lo que estábamos haciendo, consulté a un grupo de periodistas del semanario Vanguardia de Villa Clara, qué tener en cuenta para informatizar la gestión reporteril y todo el trabajo editorial.
Después de una abundante cantidad de explicaciones sobre informatización, Francisnet fue el único que habló: “¿Qué cómo trabaja un periodista? Bueno… que estamos por todas partes y viajando como loco”.
El silencio de los colegas indicó que era el momento oportuno para terminar la consulta y empezar a sacar conclusiones: El CMS debía facilitar que el local del periódico fuera virtual y cada uno realizara sus funciones desde el lugar donde estuviera, lo cual en los albores de los 2 000 en Cuba parecía ciencia ficción, y así lo calificaron muchos que se negaron siquiera escuchar sobre el tema.
Por aquellos días pensamos en que el CMS al cual llamamos QuipusNews podría utilizarse en Trabajadores, pero los intentos fueron frustrados, aunque a los pocos días fue implementado en www.antiterroristas.cu y poco después en www.cubadebate.cu y cubahora.cu, medios que hoy usan otros instrumentos más desarrollados.
Y aunque el órgano oficial de la CTC no tuvo oportunidad de instalar esa herramienta que facilita el hoy muy mencionado Teletrabajo o Trabajo a Distancia, estoy entre quienes lo ejercen allí desde Santa Clara, usando los recursos existentes, sin necesitar el transporte que por estos días escasea, ni otros recursos reducidos o desaparecidos por obra y gracia de una potencia extranjera empecinada en obligarnos a aceptar sus designios.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
Teletrabajo… MMMM MM, se pasó la viceministra, si nos detenemos en el artículo 20 del Código, para nada habla del teletrabajo, de hecho, esta modalidad esta crucificada por defensores sindicales a nivel mundial, todo esto sale a la luz por el ilusionismo de alguien que evidentemente está intentando destacarse, pero en este caso, en un tema escabroso y que a mi juicio, no conoce. Pues para exista este tipo de contratación, ha de estar expresamente definida en la legislación laboral, de ahí saldría los principales presupuestos que han de existir para su configuración, pero lo importante es los beneficios o inconvenientes, que estos últimos les citare como ejemplos:
• Posible desvinculación emocional del trabajador con la compañía. …
• Se elimina el ambiente laboral. …
• Dificultad para controlar al empleado. …
• Dificultad para el trabajo en equipo. …
• Cambio en la cultura y organización de la empresa. …
• Aislamiento. …
• Descenso de la productividad. …
• Reducción del aprendizaje
Como verán, ¨alguien¨ evidentemente hablo de un tema, que a los trabajadores constituyen un elemento adicional que protegen los defensores de las políticas neoliberales en materia laboral, por eso deberían ser más cuidadosos los tecnócratas de las coyunturas, pues sus ideas podrían crear más lesiones a nuestro sistema que beneficios. Abrazos y mantengan el contacto
O sea, que los gastos de alimentación y electricidad pasan de las cuentas de la empresa a la economía familiar. Sin aumento de salario. Solo digo…
PD. Teletrabajo desde hace años y defiendo la modalidad.
Gabriel, conozco un caso, uno solo, en el cual las entidades estatales compensan un poco los gastos telefónicos de un profesional que desde su hogar pudiera usar ese aparato para sus gestiones.
Tiene usted razón al referirse a la alimentación, la electricidad y todos los costos o gastos, o como se llame, que son transferidos al teletrabajador.
Gracias por su comentario, y le aseguro que en próximos textos periodísticos, abordaremos su planteamientos.
Gracias.