El bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba crea dificultades al sector de la construcción para el acceso a tecnologías más eficientes, ligeras, de menores consumos de materiales básicos y componentes energéticos.
Un ejemplo elocuente es que en 2018 no se pudieron adquirir las barrenadoras D55, necesarias para la industria de materiales, por medio de la empresa Atlas Copco, radicada en un país asiático.
La casa matriz de esa compañía prohibió la venta de esos equipos, de acuerdo con el Informe de Cuba sobre la Resolución 73/8 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.»
El impacto negativo del ensañamiento del gobierno del presidente Donald Trump contra la nación se evidenció también en el caso de las exportaciones, por el hecho de que no se pudo poner en práctica un contrato suscrito con Abs Trade Commerce Limited para la comercialización de 300 mil toneladas de piedras de la arenera Algaba, en la provincia de Sancti Spíritus.
Según la misma fuente, la compañía en cuestión no ha podido encontrar un buque dispuesto a trasladar la mercancía desde Cuba hacia el país de destino.
La Política sobre la vivienda en Cuba contiene un programa para la recuperación del déficit habitacional en un período de 10 años, anunció en 2018 René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, en una reunión informativa con diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
Explicó que la producción local de materiales es línea principal de esa estrategia, aprobada hace poco por el Consejo de Ministros, al igual que los de la industria nacional, las capacidades necesarias, inversiones, fuerza de trabajo y sistemas constructivos.
(Tomado de ACN)