El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla y la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, presidieron el segundo Consejo Consultivo que se reunió este lunes en La Habana para evaluar la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) firmado en diciembre del 2016, ratificado en julio del 2017 por el Parlamento Europeo y que entró en vigor de forma temporal el 1ro. de noviembre del 2017.
En las palabras de bienvenida, Bruno reconoció que el Acuerdo ha creado el contexto propicio para avanzar en las relaciones bilaterales y multilaterales, así como en la cooperación.
Recordó que luego del primer Consejo Conjunto, realizado en Bruselas el 15 de mayo del 2018, se efectuaron los cinco diálogos previstos: derechos humanos (9 de octubre del 2018, en La Habana); medidas coercitivas unilaterales y las sesiones del Subcomité de Cooperación (simultáneamente el 19 de noviembre del 2018); desarme y no proliferación de armas de destrucción masiva y sobre tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras y otras armas convencionales (7 de marzo del 2019, Bruselas) y desarrollo sostenible (16 de abril, en la capital cubana).
La Unión Europea es un importante socio económico y comercial para Cuba, reconoció, por lo que esperamos que los vínculos en este sentido se desarrollen y que los inversionistas europeos continúen ampliando su presencia en Cuba.
Denunció que el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, así como la aplicación de medidas unilaterales y extraterritoriales, continúan siendo el principal obstáculo en el desarrollo de las relaciones económicas, comerciales y financieras entre Cuba y Europa.
La Alta Representante europea, por su parte, comentó que “con la instrumentación del ADPC se ha avanzado en las relaciones bilaterales, específicamente entorno a áreas de especial relevancia para Cuba como la seguridad alimentaria, la adaptación al cambio climático, las energías renovables y el intercambio de experiencias para la modernización de la economía cubana”.
El Acuerdo ha servido para centrarse en los objetivos que ambas partes han considerado como los más pertinentes: acabar con el hambre y avanzar hacia la igualdad de género, dijo Federica. También hemos unido fuerzas para transitar hacia un mundo que emplee energía sostenible y ofrezca oportunidades de trabajo digno, con un crecimiento económico que ayude a la reducción de las desigualdades.
Solo juntos podemos enfrentar el reto global del cambio climático. Si no hacemos algo ahora, sus efectos nos afectarán aún más en el futuro, es una cuestión de supervivencia, alertó.
Reconoció que la UE es consciente de la vulnerabilidad del Caribe, y de Cuba en particular, frente al cambio climático: “Estamos dispuestos a ayudar a encontrar soluciones. La UE, Cuba y la Alianza de Pequeños estados insulares somos aliados a largo plazo en esta lucha”.
“El ADPC nos ha permitido diversificar nuestras relaciones y ha generado numerosas oportunidades de cooperación, así como encuentros bilaterales, aseguró. “El intercambio de visitas de alto nivel es testigo de nuestras relaciones dinámicas y renovadas”.
Mogherini afirmó que “desde que la cooperación para el desarrollo se reanudó en el 2008, la UE ha comprometido 200 millones de euros para apoyar el desarrollo económico de Cuba en tres sectores prioritarios: agricultura sostenible, seguridad alimentaria, el medio ambiente y el cambio climático, así como para acompañar la modernización del país. Es un buen ejemplo de que Europa está firmemente comprometida con el futuro de Cuba”.
“Cuba es un socio clave tanto en la relación bilateral, como regional, sobre todo porque puede servir de puente entre América Latina y los países del Caribe”, comentó la diplomática, por lo cual desempeña un rol muy importante en el rediseño de la relación con el área, definido bajo el lema: Aunar fuerzas para un futuro común.
Mencionó el complejo contexto en el que la Mayor de las Antillas intenta consolidar su desarrollo: “Cuba enfrenta nuevos retos para llevar a cabo la modernización económica, evaluó. Abrir la economía cubana y superar lo que el presidente Miguel Diaz-Canel ha denominado bloqueo interno, es de vital importancia para promover lazos comerciales más estrechos con la UE y aprovechar aún más el potencial de nuestra cooperación económica, incluido el comercio y la inversión.
Juan Pablo de Laiglesia, viceministro para la Cooperación Internacional y para América Latina del ministerio de Asuntos Exteriores de España, reconoció en su intervención que el ADPC ha “permitido un marco de colaboración basado en la construcción de confianza, el respeto mutuo y el diálogo franco y abierto en todos los ámbitos de interés común”.
“Pero el contexto internacional ha cambiado sustancialmente, reflexionó, se ha vuelto más complejo y hostil. Por ello es preciso que la UE tienda y mantenga un enfoque propio en su relación con Cuba”, creando espacios para ocupar “el rol constructivo que nos interesa en las crisis que tienen lugar en la región hoy”.
De Laiglesia también expresó la preocupación de Europa, y del Gobierno español, acerca de la activación del título III de la Ley Helms-Burton: “extraterritorialidad que rechazamos de plano”, enfatizó.
Al concluir el II Consejo Consultivo las partes ofrecieron una conferencia de prensa donde el canciller cubano insistió en que el ADPC constituye un marco regulatorio adecuado, que confirma la posibilidad de “construir espacios para el diálogo y la cooperación en beneficio mutuo, respetando nuestras diferencias”.
La Alta Representante, por su parte, precisó que la UE es el primer inversor y socio comercial en la Mayor de las Antillas y que el ADPC generó mayor intercambio y oportunidades: “Hemos triplicado nuestra inversión en Cuba en los últimos dos años y pasamos de 50 millones de euros a 140 millones”, dijo.
“La UE rechaza con firmeza la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton por ser ilegal, igual que todas las medidas coercitivas unilaterales extraterritoriales”, denunció Federica Mogherini.