Desde unos 800 metros frente a las costas de la isla de Lampedusa, los tripulantes se tiraron al agua y rechazaron la ayuda de los socorristas del Open Armas para que los guardacostas italianos los rescataran y trasladaran a tierra firme.
La situación está al límite, alerta la embarcación de la que otros individuos se arrojaron días anteriores, mientras un fiscal examinará las condiciones a bordo.
Desde la semana pasada, más de 100 individuos, en su mayoría de países de África, aguardan frente a la isla, ante la negativa del ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, de recibirlos, bajo el argumento de que fomentan la actividad de las mafias de tráfico de personas.
El barco rechazó antier por razones humanitarias el ofrecimiento de España para desembarcar en un puerto de ese país y solicitó hacerlo en Lampedusa o transferir la tripulación a otro navío que pueda realizar la travesía más rápido y en mejores condiciones.
Salvini permitió el desembarco de 27 menores no acompañados, por la presión del primer ministro, Giuseppe Conte.
El Open Arms se declaró este sábado en situación de necesidad y descartó garantizar la seguridad de la tripulación, mientras Francia, Alemania, Rumanía, Portugal, España y Luxemburgo aceptaron, bajo presión, acoger a algunos de los migrantes.
El buque igualó hoy el récord del SeaWatch3 que estuvo 19 días varado hasta atracar en Malta el pasado enero.
(Tomado de PL)