“No me rindo, Italia ya no es el campo de refugiados de Europa”, dijo eufórico este domingo el ministro del Interior, Matteo Salvini, al conocer de la propuesta española para que el barco de la ONG Proactiva Open Arms (Brazos abiertos) sea acogido en el puerto de Algeciras.
El político italiano —inmerso en una crisis de Gobierno y por tanto, más interesado en acumular “méritos” de cara a unas elecciones anticipadas que en el destino de los migrantes rescatados en el mar—, minimizó la urgencia humanitaria decretada por los directivos del buque anclado, desde hace 5 días, a un kilómetro de la isla de Lampedusa.
“No aceptamos a España como destino. No podemos poner en peligro de todas estas personas y de la tripulación. Necesitan desembarcar ya”, declaró este domingo el portavoz de Open Arms. “Estamos en un momento de emergencia humanitaria y no podemos afrontar seis días más de navegación”, argumentó en referencia a la travesía propuesta.
“Después de 26 días de misión, 17 de espera con 134 personas a bordo, una resolución judicial a favor y 6 países dispuestos a acoger, ¿quiere que naveguemos 950 millas, unos 5 días más, a Algeciras, el puerto más lejano del Mediterráneo, con una situación insostenible a bordo?”, dijo el fundador de Open Arms, Óscar Camps, en mensaje directo a Pedro Sánchez a través de Twitter.
No obstante, la embarcación ha recibido una orden del centro de coordinación marítimo de España de dirigirse al puerto de Algeciras: “El capitán y nuestros asesores legales están intentando conocer los detalles de la orden e informan al centro de coordinación de la situación en el buque como para emprender la travesía”, detalló Julia Camacho, otra de las portavoces.
En una nota difundida por la Moncloa, el Gobierno español sostiene que tomó la iniciativa ante la “situación de emergencia” que se vive en el barco y la “inconcebible respuesta de las autoridades italianas, y en concreto de su ministro de Interior, Matteo Salvini”, así como por las “dificultades expuestas por otros países del Mediterráneo central”.
“Los puertos españoles no son ni los más cercanos ni los más seguros para el Open Arms, como los propios responsables del buque han repetido estos días, pero en estos momentos España es el único país dispuesto a acogerlo en el marco de una solución europea”, añade el comunicado.
El puerto de Algeciras está a más de mil 780 kilómetros de Lampedusa, a seis días de navegación. En el 2018 el Gobierno de Pedro Sánchez ordenó habilitar allí un Centro de Atención Temporal de Extranjeros (Cate) gestionado por la Policía Nacional. Fue emplazado en una nave industrial de mil 800 metros cuadrados que permite atender hasta 600 migrantes por día. El propósito es brindar abrigo a inmigrantes durante las primeras 72 horas que reclama la Policía para trámites de identificación y apertura de expediente administrativo por entrada irregular.
Open Arms realiza labores de rescate en el Mediterráneo con bandera española, lo cual podría favorecer una alternativa de destino más cercano en las propias costas ibéricas.
“Si tengo que terminar en prisión por defender la seguridad de mi país lo haré con la cabeza alta”, insistió el titular italiano, líder del partido ultraderechista Liga Norte; a lo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ripostó: “Salvar vidas no solo es un deber moral, sino también legal”.