Tirarse al mar, solo o con la familia, lleva a cientos y cientos de personas a iniciar una aventura con la aspiración de encontrar la tierra prometida, lo que se convierte en una pesadilla que termina para muchos en las profundas aguas del Mediterráneo.
La terrible situación de estos migrantes es tratada hace años por la prensa internacional, aunque hay momentos en que se les olvida y solo se retoma el tema cuando hay situaciones como la actual.
Es el caso de las naves que, cargadas con cientos de personas, deben mantenerse en alta mar porque las autoridades de ningún puerto las acepta, como es el caso de Italia y Malta, los países que quedan más cercanos a las llamadas pateras.
Inútiles son los llamados de auxilio de las naves y de organizaciones humanitarias a la Unión Europea para que abran los puertos a aquellas personas que han tenido la suerte de ser rescatadas.
A inicios de agosto un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) urgió a los Gobiernos europeos a acoger a 507 migrantes y refugiados varados en el mar Mediterráneo, a bordo de embarcaciones de rescate, según despachos de la prensa internacional.
El enviado especial de Acnur para el Mediterráneo central, Vincent Cochetel, dijo que se trata de una carrera contrarreloj, pues se esperan tormentas en los próximos días y la situación a bordo de los dos barcos (Open Arms y Ocean Viking) sin duda empeorará, reporta Prensa Latina.
Aumentan las víctimas fatales
En el primer semestre del presente año suman más de 600 las personas que perdieron la vida o desaparecieron en el Mediterráneo central, que ya es considerado como la ruta marítima más mortífera.
Italia por ejemplo justifica su negativa a mantener abiertos sus puertos a buques de salvamento marítimos por considerar que fomentan la actividad de las mafias de tráfico de personas y coloca a la Unión Europea en una incómoda situación ante el incumplimiento de sus políticas de acogida de migrantes.
Desde entonces cada vez que se produce un rescate, se tiene que negociar el puerto de acogida y el posterior reparto de los migrantes. España pasó a ser el destino más buscado después de que el Gobierno italiano endureciera sus políticas migratorias.
La situación de los 147 inmigrantes a bordo del buque español Open Arms provocó un enfrentamiento dentro del Gobierno italiano. El primer ministro Giuseppe Conte criticó con dureza a su segundo, el vicepremier y ministro del Interior Matteo Salvini, porque se opone hasta del desembarco de 32 chicos a bordo del barco.
El vicepremier se las arregló para volver a bloquear el desembarco, lo que demora la inmigración de los náufragos a cinco países europeos que se ofrecieron a aceptarlos si Italia los procesa.
Infame silencio de Europa
“Es infame el silencio de Europa. La falta de humanidad y empatía los hace más culpables”, señaló recientemente una vocera de la Ong española Proactiva Open Arms, en declaraciones a la agencia Efe.
El nuevo presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, le envió la semana pasada una carta al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, exigiéndole involucrarse en la búsqueda de una «respuesta inmediata» a la situación del Open Arms, así como «una distribución equitativa de los migrantes».
Hace poco más de un año la embarcación Aquarius rescató a más de 600 migrantes, pero tanto Italia como Malta le negaron la entrada y después de muchas críticas fueron recibidos en España. Esa embarcación suspendió las operaciones de búsqueda después de esa experiencia.
«El fin del Aquarius significa más muertes en el mar y más muertes innecesarias de las que nadie será testigo», denunció Neike Manders, líder de una organización humanitaria, quien acusó a Europa de haber “saboteado y obstaculizado” estos salvamentos.
El problema no ha terminado. Pasarán los días, seguirán saliendo pateras llenas de migrantes y hasta una nueva crisis no se hablará del asunto, como si no existiera, tal y como aconteció en meses anteriores.
Algunos llegarán a la “tierra prometida”. Otros morirán en el empeño y de ellos, algunos solo recibirán el pequeño espacio de tierra donde serán enterrados y, en el mejor de los casos, tendrán un breve epitafio en que sin precisar ciudadanía solo diga: “Morí en el Mediterráneo”.
Estoy de acuerdo cubanita pero esto se debe al rovo de recurso y
los poderosos le da guerra
a los pobres para apoderarse de todo asta de sus vidas.
Es indignante, la falta de humanidad de algunos,les hace falta una buena clase de historia de la humanidad,se olvidan que desde el surgimiento del hombre este migro todo el tiempo a mejores zonas donde puedieran cazar, sembrar o pescar sus alimentos.No existian las barreras, las fronteras, el dinero, era un un mundo perfecto y llego el conocimiento, el dinero, las clases sociales, adios a la humanidad y hola al Desprecio, Discriminación, Terrorismo.