Lianne Fonseca Diéguez y Lianet Suárez Sánchez
Reluciente amaneció este 25 de julio la Plaza de la Revolución de Bayamo, donde en las primeras horas del día se izaron al unísono la Bandera de la Estrella Solitaria y el estandarte enarbolado por Carlos Manuel de Céspedes en la Demajagua, el 10 de octubre de 1868.
En la llamada Ceremonia de las Banderas, en la que participaron las principales autoridades políticas y gubernamentales de la oriental provincia, se depositaron ofrendas florales frente a la estatua del Padre de la Patria y al busto de Perucho Figueredo, compositor del Himno de Bayamo.
Ludín Fonseca García, historiador de la Ciudad Monumento, resaltó que Bayamo tiene gran significación para los cubanos, pues representa el patriotismo y la rebeldía de los nacidos en la Mayor de las Antillas.
Con posterioridad al solemne acto, en la Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes se realizó el lanzamiento del tercer número de la revista Granmenses, publicación de alta factura y frecuencia semestral que reseña la vida socioeconómica del oriental territorio.
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