El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, afirmó que Cuba continuará fortaleciendo el papel del sistema empresarial, principal actor en nuestro modelo económico y al que corresponde un desempeño a la altura de los actuales desafíos.
Así lo consideró durante un encuentro de trabajo realizado este jueves con los miembros de las juntas de Gobierno -creadas para supervisar el funcionamiento del sistema empresarial y exigir su máximo rendimiento-, que estuvo presidido también por el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, y donde participaron, entre otros, vicepresidentes de los consejos de Estado y de Ministros, titulares de varios ministerios y miembros del Secretariado del Comité Central.
En la reunión, tercera de este tipo, todas encabezadas por el Jefe de Estado cubano, Díaz-Canel insistió en la importancia de seguir construyendo entre todos una cultura empresarial, de manera que podamos contar con empresas robustas que aporten al desarrollo del país.
Destacó la necesidad de dedicar parte de las utilidades que se generan a la innovación, lo cual constituye además un principio en el que ha puesto total interés el Gobierno cubano, pues hay que acudir siempre a la investigación científica para buscar soluciones. En tal sentido, reflexionó que “la investigación, para llegar a innovación, tiene que llevar financiamiento y ser vista como una inversión”.
Por otra parte, consideró que la capacitación es la vía para hacer más eficientes en su actividad a los integrantes de las juntas de Gobierno, lo que debe tener también una expresión más concreta en “la planificación de las empresas, en su eficiencia y en sus resultados”.
Ante la compleja situación que afronta el país, Díaz-Canel refirió que se hace cada vez más necesario pensar desde el sector empresarial en cómo ser más competitivos, obtener más ingresos, reanimar la industria y otorgarle a la exportación la prioridad que corresponde.
Asimismo, reflexionó sobre cuánto daño hace la mentalidad importadora, que frena la iniciativa y provoca inercia entre algunos de nuestros empresarios. El problema es -subrayó- “que nos acostumbramos a importar y no fuimos encontrando caminos nacionales, con soluciones que nos dieran un poco más de independencia y soberanía”.
Nadie mejor que ustedes para comprender que la economía, junto a la defensa, son las dos batallas fundamentales del país, comentó.
Hace falta pensamiento y análisis en la actividad empresarial y las abanderadas tienen que ser las juntas de Gobierno, quienes lideran los procesos económicos.
Asimismo, reiteró la urgencia de romper con el llamado “bloqueo interno”, lo cual tiene que ver con las manifestaciones de inercia, indolencia, la falta de control y de sensibilidad, la burocracia, la chapucería y demoras en las respuestas, que están presentes también en el sistema empresarial cubano.
Más adelante, señaló que se debe fortalecer la contabilidad, para que realmente desempeñe el papel que le corresponde en la toma de decisiones. De igual manera –valoró- que es en el sector empresarial donde más posibilidades de desarrollo tienen diferentes aspectos sobre los que se ha enfatizado desde el Gobierno en los últimos tiempos, como fomentar la producción nacional, las exportaciones, la sustitución de importaciones, la concreción de encadenamientos productivos y el fortalecimiento de la empresa estatal.
Al hacer referencia a las recientes medidas aprobadas por el Consejo de Ministros para impulsar la economía, dijo que resulta muy importante cómo se defienden en el sector empresarial, pues en él radica la base fundamental para potenciarlas y el talento que allí existe puede expresarse en soluciones a nuestros problemas.
“Necesitamos que el sistema empresarial aproveche las facultades que se le han dado, que haya motivación para producir, que se oferten más bienes y servicios a la población. Si el sector empresarial no nos apoya en eso, las medidas no van a tener efecto”, acentuó.
En un análisis de la dimensión de esas nuevas medidas, el Presidente Díaz-Canel manifestó que estamos en una etapa donde existen motivaciones por parte de los trabajadores para producir más, con mayor calidad, y aprovechando la jornada laboral. Si todo ello lo llevamos a hechos concretos en la vida económica de nuestras empresas -resaltó- se va a generar una sinergia de desarrollo que es la que necesita en estos momentos nuestra Revolución.
El Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC) fue aportador, y los especialistas que allí expusieron sus ideas están en nuestras empresas. A todos hay que escucharlos para conocer sus propuestas, porque lo peor es quedarnos detenidos, apreció.
A lo que estamos convocando -dijo- es a dar pasos en un camino donde sustituyamos métodos administrativos por mecanismos financieros en la economía; que atendamos con toda intención los temas relacionados con el control económico y la responsabilidad social de las empresas, así como su participación y liderazgo en el país.
En el debate de la reunión, el miembro del Buró Político del Partido Comunista, Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, abordó temas como el proceso de distribución de utilidades al concluir el 2018; el comportamiento de los estimados al cierre del pasado año con relación a los reales obtenidos; y el cumplimiento de los principales indicadores directivos al terminar el primer trimestre del 2019.
Explicó que -de un universo de 45 juntas de Gobierno que abarcan 1 051 empresas- como tendencia se destinó el 47 % de las utilidades a la creación de reservas en el propio sistema empresarial y el resto como aporte al Presupuesto del Estado por el rendimiento de la inversión.
La distribución de utilidades, expresó, se dedicó, entre otros conceptos, a la amortización de créditos para inversiones, al incremento del capital de trabajo, a los trabajadores, al desarrollo, las investigaciones y la capacitación. Sobre estos tres últimos, calificó como bajos los porcientos que se les dedican, lo cual contradice la política de poner la ciencia en función del desarrollo económico del país.
Asimismo fueron analizadas varias organizaciones superiores de Dirección Empresarial que sobrecumplieron desmedidamente o incumplieron sus estimados al cierre del 2018 en indicadores como la utilidad antes de impuesto, las ventas por exportaciones y el gasto de salario. Murillo Jorge subrayó la importancia de mejorar la calidad de los estimados, pues se producen desviaciones que pudieron haberse previsto.
Señaló que, aun cuando ha mejorado la planificación, en el primer trimestre del año 36 empresas cerraron con pérdidas.
En la reunión se dio a conocer también el programa de capacitación para los miembros de las juntas de Gobierno durante el año 2019, en la Escuela Superior de Cuadros del Estado y del Gobierno y en la Universidad de La Habana, en temas como el ordenamiento monetario y la proyección estratégica. Todo ello forma parte de la cultura empresarial a la que apuesta el país.
Quizás puedan compararnos con los asiáticos, pero yo digo que el cubano trabaja más cuando se le paga bien y se le respeta.
Si se quiere fortalecer el sistema empresarial hay que lograr motivación en la fuerza laboral, y me apena decir que donde no se paga, eso está perdido.
Trabajé en la rehabilitación de la refinería de petróleo de Cienfuegos en una compañía llamada CESIGMA y donde se utilizaba como incentivo motivador de la fuerza laboral el llamado viático, no voy a hablar de la cantidad de dinero que nos pagaban, solo que superaba las expectativas de todos los trabajadores, motivo por el cual todos querían trabajar allí, robándonos toda la fuerza calificada obrera de todo el territorio y desplazando a los contratistas existentes por la alta productividad, calidad, rapidez en el tiempo de ejecución y seguridad en el trabajo. Nos daban los trabajos cada vez que se presentaba una licitación de un objeto de obra, nos habíamos ganado el respeto del Cliente.
Nos ganamos además el aval de trabajar con PDVSA en Venezuela.
Vi jóvenes que nunca habían trabajado, con un deseo y fervor revolucionario inmenso, en una labor compleja, peligrosa y agotadora.
Nunca vi a nadie robarse absolutamente nada, el dinero adquirido no dejaba pensar en bajezas mal habidas.
Si queremos llegar a altos niveles productivos en las empresas, solo hay que pagar y verán cuantos trabajadores regresan a lo estatal después de haberse ido para las cooperativas.
Comprueben la verdad de lo que le estoy contado, fue pura realidad.