El aumento salarial aprobado por los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba para el sector presupuestado es una respuesta a los reclamos de los trabajadores del país durante años, y fundamentalmente los realizados en los debates del proceso orgánico del XXI Congreso de la CTC.
Es visible el júbilo de los cubanos al tomarse esta medida, además se patentiza la confianza en la Revolución, en su continuidad y la certeza de su dirección actual. Se impone responsabilidad colectiva para evitar consecuencias negativas que pueden estar asociadas con la decisión, las cuales atajó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz Canel, durante la explicación sobre las particularidades de la implementación.
Para los cubanos este aumento salarial, sin duda ansiado, no puede volverse una falacia, tiene que tener un efecto sólido y consistente, ha sido una medida pensada, meditada, para muchos es una decisión arriesgada, pero necesaria.
Varios dirigentes sindicales villaclareños han expresado que haberla tomado muy próximo a que concluyera el conclave de la organización demuestra que los debates no fueron estériles.
“En las conferencias municipales y provinciales ese fue un reclamo constante, estuvo acompañado de serios argumentos como la necesidad de detener la fluctuación laboral, la emigración hacia sectores más atractivos e incluso el sector no estatal, mejorar la productividad, la calidad y la eficiencia”, precisaron.
“Corresponde al movimiento sindical apoyar que no ocurran manifestaciones negativas que desvirtúen el sentido que se quiere lograr, evitar el acaparamiento de productos, la venta ilícita, el aumento de precios, y potenciar la productividad y la calidad del servicio”, expresaron.
Varios directivos del sector empresarial han expresando que les corresponde incrementar las producciones, hacer uso de las prerrogativas que se han otorgado a la empresa estatal socialista, ser eficientes al máximos para mantener solvente la economía.
Para otros como Librado Valdés Martínez, uno de los jubilados que será beneficiado con el aumento de pensiones, la medida es justa. “Se reconoce con ella el aporte de muchas personas que habían laborado incondicionalmente con salarios bajos, y fueron trabajos muy específicos, como el mío de topógrafo, u otros, incluidos maestros, que no llegan a una jubilación de 500 pesos, eso es humanismo, es tener presentes a todos, es acordarse de quienes han traído hasta aquí a la Revolución”, reflexionó.
Mariela Pacheco Jiménez y Maribel García Campos son aún trabajadoras y recibirán también el beneficio. La primera técnico de informática; la segunda especialista de economía, ambas del sector presupuestario.
“Es una medida arriesgada, tenemos que implicarnos, no es únicamente tener mejor salario, no se deben permitirse los problemas negativos que pueden ocurrir, los cuales aclaró el Presidente cubano. En su intervención fue preciso, hizo llamados de atención a todos: al pueblo para ejerza el control, al sector empresarial para que sepa que tiene la responsabilidad de desencadenar sus posibilidades productivas, ser más eficiente, evitar las importaciones, aumentar las exportaciones y posibilitar el encadenamiento de los flujos de su gestión y los presupuestados debemos tener el control estricto de lo que se nos asigna, utilizarlo bien, con eficiencia”, expresó Maribel desde su posición de economista.
Por su parte Mariela fue más escueta, pero con argumentos sólidos también. “Nos toca a todos cuidar lo que el Estado cubano ha decidido hacer, no se puede manchar este esfuerzo con actitudes indolentes e individualistas, hay que saber que es una medida que se toma en momentos complejos; vamos llegando y seguimos por más”, dijo optimista.