La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, aseguró este jueves que el aumento de las medidas unilaterales y sanciones de Estados Unidos contra Cuba provocan mayores afectaciones al pueblo de esa isla.
Ante una pregunta de Prensa Latina, la titular del mayor organismo de Naciones Unidas se refirió a cómo la activación de la Ley Helms-Burton por parte de Washington impacta de forma negativa en la economía de la isla, y el acceso a bienes y servicios.
Hemos visto de primera mano cómo esas medidas afectan el bienestar y el derecho al desarrollo del pueblo cubano, dijo haciendo referencia a su visita a la Mayor de las Antillas en abril pasado.
También recordó que durante años, la Asamblea General ha tenido una votación prácticamente unánime para pedir el fin del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba
Recientemente, una serie de acciones norteamericanas profundizan los daños ocasionados a ese pueblo caribeño debido a la medidas y sanciones unilaterales hacia Cuba.
Esas acciones lo único que hacen es afectar al pueblo cubano, insistió la diplomática ecuatoriana.
Con respecto al tema del bloqueo norteamericano, la voz de la Asamblea General de la ONU ha sido clara, fuerte y contundente, recalcó.
Las votaciones son abrumadoras, continuó, y la carta de Naciones Unidas no acompaña la aplicación de medidas unilaterales, que afectan a los pueblos de cualquier país.
El pasado 2 de mayo, Washington activó los Títulos III y IV de la Ley Helms-Burton, en medio de un contexto marcado por una política más agresiva contra Cuba impulsada por la administración de Donald Trump. Según explicó la representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodrígue, desde su entrada en vigor en 1996, la Ley Helms-Burton procura universalizar el bloqueo mediante presiones brutales e ilegales contra terceros países, sus gobiernos y empresas. Así persigue asfixiar a la isla y promover o aumentar las carencias de la población con el propósito de imponer un gobierno que responda a sus intereses, expuso.
Si bien el bloqueo se ha mantenido vigente, todas las administraciones estadounidenses desde 1996 suspendieron la aplicación de esos títulos debido a los daños que puede ocasionar a los intereses corporativos, puntualizó.
Del mismo modo, agregó, evitaron tomar una medida tan agresiva dada la fuerte oposición que esta acción suscita en la comunidad internacional, incluidos sus aliados cercanos, debido a su ilegal alcance extraterritorial.
El Título III de la Ley Helms-Burton permite entablar acciones legales en tribunales estadounidenses contra entidades cubanas y extranjeras y contra empresarios de terceros países que hayan invertido o tengan negocios de algún tipo que involucren bienes o propiedades nacionalizados por Cuba.
Además, intensifica los impedimentos para el ingreso a los Estados Unidos de aquellos directivos de empresas, y sus familiares, que invierten legalmente en Cuba en propiedades que fueron nacionalizadas.
Según destacó la diplomática cubana, esta ley descansa sobre dos mentiras fundamentales: la noción de que las nacionalizaciones llevadas a cabo poco después del triunfo revolucionario de enero de 1959 fueron ilegítimas o indebidas.
La otra, añadió Rodríguez, es el supuesto erróneo de que Cuba constituye una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
(Tomado de Prensa Latina)