Su niño apenas cumplía los tres meses de nacido y se debatía entre la vida y la muerte. Ya conocía de las interioridades del hospital, y su padres, de la desesperación por verle así. Fue ahí cuando Yaddel Zayas Rodríguez aprendió y entendió de la necesidad de donar sangre, de salvar la vida que más le importaba.
Hoy su hijo tiene dos años y vive con esa alegría propia de la edad. Es feliz. Y Yaddel no ha podido dejar de entregar ese flujo vital, “de ser útil porque muchos lo necesitan en algún momento”.
En Camagüey son más de 9 mil las personas que contribuyen con este programa de manera solidaria, altruista. Y esa razón, junto a las más de 12 mil 500 extracciones voluntarias, cifra superior a la planificada en lo que va de año, la provincia acogerá el acto nacional por el Día Mundial del Donante de Sangre.
Y es que ha sido un trabajo de años, ya que en los últimos siete ha sobresalido el territorio en el Programa Nacional de Sangre en Cuba, en funcionamiento desde la década de los sesenta, por cumplir los planes de entrega del fluido, esencial en la obtención de hemocomponentes para la asistencia médica secundaria en hospitales.
Según explica Mirialis Arébalos González, jefa del programa de donaciones del líquido del Banco Provincial de Sangre, Camagüey destaca porque contribuye, pero lo hace “porque una de nuestras misiones es motivar a más personas a través de intercambios en centros de trabajo para que sus hombres y mujeres comprendan la importancia de hacerlo. Además, se les beneficia con el carné de donante”.
Los jóvenes son un grupo al cual se motiva mucho. Quizás por eso Yasmairelis Bracero Martín, de 20 años de edad, decidió seguir los pasos de su familia y sumarse a las donaciones voluntarias que por estos días se realizan en toda la provincia como parte de la jornada de celebración.
Otras de las acciones que se desarrollarán serán el abanderamiento de los destacamentos juveniles, matutinos especiales de reconocimiento a los donantes de sangre y plasma en sus centros de trabajo, así como los jóvenes que se inician en estas acciones, y la labor de unidades asistenciales y colectivos laborales vinculados al programa .
Para el 14 de junio se reserva el cierre de la jornada con un acto de clausura en la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, de la ciudad de Camagüey.