La habilidad de las operarias, la destreza de quienes con paciencia casi infinita van llenando cajas con tabacos de diversas marcas y dimensiones, la pericia de sus técnicos y el ambiente laboral que allí se respira, hacen cierto el propósito de los trabajadores de la Internacional Cubana de Tabaco S.A. (ICT): convertirse en una empresa donde prevalezcan los valores.
Hacedores de un producto que literalmente tiene que fajarse en el mercado internacional con otros de reconocido linaje, confeccionan mecanizadamente 10 marcas en seis formatos y 52 referencias, todo con materia prima ciento por ciento natural.
Muchos achacan el éxito de la ICT a que constituye una empresa mixta; pero en sus predios hay convencimiento de que razones con fuerza mayor deciden: “Por muchas condiciones materiales que tengamos, sin valores no lograríamos nada”.
Así se expresa Alberto Ribalta, jefe del Grupo de Fabricación y quizás el impulsor más adelantado de lo que en la ICT se ha dado en llamar Dignificación. “Mire, no es un teque; nosotros no hablamos de un movimiento, porque si lo denominamos así las cosas se enredan. El objetivo más elevado es que cada trabajador de la ICT se sienta digno. Cuando Martí habló de la dignidad plena del hombre no habló en abstracto, por el contrario.
“El sentido de pertenencia es uno de nuestros valores principales, y no lo entendemos por lo que te puede dar la empresa, sino por lo que la empresa significa para cada uno. No es lo mismo cumplir un plan para ganar dinero, que el orgullo que puede sentir un trabajador cuando satisface una meta y sabe el beneficio que ello implica, en especial para la economía; para que haya verdadera solidaridad tiene que haber identificación en el colectivo.
“Somos una empresa profesional, y la profesionalidad es un valor, al igual que la laboriosidad y la honradez. Y aunque sabemos que el ciento por ciento de los trabajadores no tienen incorporados todos los valores, la mayor parte de ellos sí”, subraya Ribalta.
Sobre el tema conversamos también con Emilio Delgado, director de Producción de la ICT; con Blas Manuel Fernández, el económico, y con otros trabajadores, entre ellos con la operaria integral Nereyda Causse, de amplia sonrisa, y a su vez la trabajadora de la ICT que mayor aporte en CUC ha tributado al Programa Materno Infantil.
Para Maribel Crespo, secretaria general del buró sindical, dignificación es el sentir de sus trabajadores, quienes en asambleas de afiliados fueron identificando los valores que aquí existían y los que tenían que consolidar. “Lo primero fue que todos conocieran la historia de la empresa; a veces nos acostumbramos a lo que tenemos delante y no reconocemos esos valores en nosotros mismos”, dice.
La Internacional Cubana de Tabaco S.A. (ICT), única entidad que en nuestra geografía fabrica ese importante producto en forma mecanizada, tiene mucho de que ufanarse. Tras vender más de 145 millones de tabacos en el 2018, sus ingresos en divisas al sistema bancario nacional fueron de poco más de 19 millones de pesos, y preven crecer un 2 % este año; recibieron la Bandera 80 Aniversario de la CTC, la de Proeza Laboral. “Si no es con valores, sintiéndonos dignos, no se pueden obtener esos éxitos”, concluyó Maribel.