El Museo de los Trabajadores Palacio de Los Torcedores, ubicado en la barriada capitalina de Cayo Hueso, será una de las sedes principales de la Bienal Internacional de Oralidad Escénica BarrioCuento 2020, prevista a efectuarse entre el 20 y el 27 de marzo del venidero año en La Habana.
José Martí dijo: “Son las familias como las raíces de los pueblos”. Y esas raíces estarán representadas en la escena cubana, en instituciones educativas, centros culturales, hospitalarios y laborales, en parques y plazas de la Ciudad Maravilla, bajo los auspicios de la compañía Teatro Cimarrón y el Centro de Teatro de La Habana.
Alberto Curbelo (Camagüey, 1957), director de Cimarrón, dijo a Trabajadores que en la venidera edición el encuentro estará dedicado a los discursos narrativos y escénicos sobre las familias, bajo la égida del pensamiento de José Martí, quien también afirmó además: “La familia unida por la semejanza de las almas es más sólida, y me es más querida, que la familia unida por las comunidades de la sangre”.
El también poeta, narrador, dramaturgo, crítico y periodista precisó que el “evento teórico abordará la Representación de las familias en los discursos orales, narrativos y teatrales y, como es tradicional, en las sesiones de BarrioCuento se otorgará la Distinción Calibán a una personalidad o institución paradigmática de la cultura y sociedad de Nuestra América. También se concederá el Premio Juan Candela a cuentacuentos, personalidades e instituciones vinculadas al trabajo cultural comunitario; así como el Premio Mackandal a protagonistas de la literatura, el arte y del pensamiento sociocultural libertario”.
Asimismo enfatizó que con la próxima Bienal Internacional de Oralidad Escénica BarrioCuento 2020, la compañía Teatro Cimarrón festejará su aniversario 25. Un cuarto de siglo en que ha tenido “como objetivo esencial visualizar, desde las tablas, al afrodescendiente y a nuestros pueblos originarios, consciente de que la racialidad es un tema que nos ocupa y urge de los tiempos en que comenzaron a fundirse en nuestros cimientos los cantos de la nacionalidad cubana”, según expresó el reconocido historiador, abogado, ensayista, educador y filósofo, Fernando Martínez Heredia (Yaguajay, Sancti Spíritus,1939-La Habana, 2017), Premio Nacional Ciencias Sociales 2006.
Desde su creación, Cimarrón se ha interesado por llevar el teatro a los más apartados lugares de la geografía insular. “No buscamos comodidades personales, sino que las gentes, niños, jóvenes y adultos, disfruten de las artes escénicas en su propio habitat. Para ello establecemos nuestro campamento en cualquier lugar, en los llanos o en las montañas, como lo hemos hecho en Guantánamo y Baracoa, territorios que recorremos como parte de las Cruzadas, heroica expedición teatral organizada por los teatristas guantanameros y a los que son invitadas agrupaciones y actores de todo el país.
“También hemos estado en la Sierra de los Órganos, en Pinar del Río; en zonas intrincadas de la Isla de la Juventud; escuelas especiales donde estudian niños con alguna discapacidad física o mental; centros de rehabilitación; penitenciarios; hospitales; escuelas primarias, secundarias básicas y círculos infantiles”.
El destacado intelectual recordó que durante esas travesías, han “visto a campesinos con antorchas andando grandes tramos para asistir a una presentación nuestra.
Para Curbelo el saldo más importante de la trayectoria artística de su grupo es el “rescate de nuestras tradiciones culturales, tanto las africanas como las hispánicas. En una de nuestras puestas en escena, Las mil y una noches isleñas, recreamos manifestaciones danzarias que prácticamente habían sido relegadas. También revitalizamos herencias de nuestros ancestros que perduran en la memoria de los hombres y mujeres del campo”.
El también ganador del premio principal de la última edición del Concurso Nacional de Poesía Regino Pedroso —certamen donde ha obtenido varios lauros en diferentes convocatorias— dijo que el colectivo que dirige establece un importante proceso de retroalimentación mutua con los espectadores, principalmente con los campesinos y los que viven en las periferias de las ciudades. Cuando convivimos con un campesino, en su propio medio, estamos tomando su forma de expresarse, la manera de gesticular, su mentalidad y de asumir la vida. Nos apropiamos, en fin, de su ambiente y sus costumbres para después llevarlas a escena. Se trata simplemente de un intercambio”
Las obras teatrales de Alberto Curbelo han sido representadas en Cuba por varios colectivos escénicos, principalmente por los grupos Teatro Caribeño, Teatro del Sol, y Teatro Cimarrón, bajo su propia dirección artística. Obras de teatro, cuentos, poemas, artículos y ensayos suyos han sido publicados en Cuba, México, Puerto Rico, Nicaragua y España. Ha merecido 57 premios nacionales en teatro, literatura y periodismo.
Su obra Patakín de una muñeca negra, fue considerada por la Revista ADE- Teatro (España) como uno de los momentos más altos del teatro en Cuba, mereció 10 premios en diversos festivales nacionales y fue publicada en la antología Del clavel enamorado, de Gente Nueva (2003), El príncipe pescado, Premio Abril de 1995 al mejor texto teatral, fue publicada por Ediciones Abril en 1995.
Curbelo fue Presidente de la sección de crítica de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y director del Centro de Teatro y Danza de La Habana. Ha sido cuatro años trabajador Vanguardia Nacional del Sindicato de la Cultura. Ostenta, entre otros reconocimientos, la Distinción Artista Destacado del Comité Nacional de la UJC (1985); el Sello del Laureado, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (1995) y el Premio Relevante del Fórum Nacional de Ciencia y Técnica (1997).
Su extensa obra en teatro abarca más de 20 títulos dedicados a los niños y más de 15 para los adultos.
En qué horario va a efectuarse el evento