Las amenazas a la paz y la seguridad regionales, así como la solidaridad y defensa de la Revolución Bolivariana de Venezuela, centran los debates del XVIII Consejo Político de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que sesiona este martes en La Habana.
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Participan en la reunión cancilleres de Venezuela, Bolivia, El Salvador, Nicaragua, y Cuba, así como representantes y expertos de varios Estados del Caribe.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, abrió la jornada. Aseguró que la paz no admite lenguaje ambiguo y que las circunstancias actuales están marcadas por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos al pueblo de Cuba, y que en su enfrentamiento sabe que podremos contar con la solidaridad de los países del planeta.
“Rechazamos desde la reunión del Consejo Político del ALBA-TCP todos los métodos de intervención que pretendan alterar la seguridad y paz de nuestros pueblos.
“Frente al retorno del intervencionismo militar estadounidense, ante el recrudecimiento de las sanciones económicas, el atentado contra la vida de Nicolás Maduro, el sabotaje contra el sistema eléctrico nacional, el simulacro de ayuda humanitaria con fines políticos, el intento de crear incidentes en zonas fronterizas, la ocupación de la embajada de Caracas en Washington —en brutal violación de las convenciones diplomáticas— no reducirán nuestro empeño de defender nuestro derecho a la libre determinación”.
El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, sintetizó la cadena de agresiones a que se ha visto sometida su país en los últimos años, especialmente luego de la «siembra» del comandante Hucho Chávez Frías.
Arreaza reconoció que resulta inaceptable para la elite dominante el proceso de liberación que ha vivido la región en las últimas décadas: Son 20 años en los que el pueblo venezolano ha vivido un conflicto histórico, pero no ha podido sacarlo de su casa en el Palacio de Miraflores.
El canciller denunció las acciones directas del Gobierno de Colombia contra Venezuela, amparados por la Casa Blanca. No es solo un bloqueo, es persecución, es robo financiero que no solo perjudica al pueblo venezolano que aun teniendo los recursos, no puede pagar a instituciones de salud en el exterior para la operación a niños venezolanos, para importar vacunas para los infantes.
Pretenden generar sufrimiento y que el pueblo derroque a su propio gobierno, pero su país está en paz, no hay enfrentamientos, el pueblo está trabajando, estudiando, produciendo….
Marciano Edgar Armaketo, embajador de Surinam en Cuba, afirmó estar convencido de que el Alba-TCP seguirá siendo un mecanismo importante, pues nos unen compromisos comunes. Vivimos momentos en que la paz está siendo comprometida, y la paz es el camino, dijo.
Hemos visto ataques contra países hermanos, todos han fracasado, opinó. Somos conscientes de que las agresiones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua son contra todo el pueblo de América Latina y el Caribe. Con la activación del título III de la Ley Helms-Burton se quieren atacar los logros más recientes de Cuba.
Surinam condena las agresiones injerencistas contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y procesos progresistas en la región. Es importante que nos mantengamos unidos frente a las amenazas buscando un consenso regional.
Armaketo propuso establecer una Comisión del Alba que respalde el diálogo político en Venezuela, único camino para la paz y reiteró la postura de su país de respetar el derecho de los pueblos a la libre determinación y a la independencia nacional sobre la base de la soberanía, así como a la no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
El canciller Carlos Castaneda dijo que El Salvador, país que participa en calidad de invitado, observa con preocupación los sucesos recientes que ponen en peligro la paz y la seguridad en el continente.
En los últimos meses fuimos testigos de una gran agresión a los principios del derecho internacional y hemos alzado nuestra voz para denunciar estos hechos y pedir que prevalezca el cumplimento de los principios internacionales, entre ellos el respeto a la soberanía nacional y la no intervención en los asuntos internos y la promoción de la paz y la seguridad internacional, piedra angular de nuestros vínculos como naciones hermanas y con el resto del mundo, afirmó.
El Salvador también ve con preocupación las sanciones unilaterales y las amenazas a naciones hermanas, adoptadas con el propósito de dividirnos y acabar con lo que se ha hecho en materia de integración para nuestros pueblos. Castaneda explicó que su Estado respalda todas las iniciativas que promuevan una salida pacífica sobre la base del respeto, la solidaridad y el consenso: “Estamos convencidos que la región tiene las herramientas necesarias para superar los retos y desafíos que enfrenta”.
El representante de Nicaragua Paul Osquit, asesor para los asuntos públicos del Gobierno de Daniel Ortega, coincidió en que en la región abundan hoy las amenazas, los intentos desestabilizadores, y las sanciones unilaterales.
Acerca del ensañamiento contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, el político refirió que los tres países tienen en común la lucha por defender su soberanía, la autodeterminación y el derecho a construir proyectos políticos diferentes: “Hoy somos nosotros. Mañana puede ser cualquiera”, recalcó.
El Ministro de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, Diego Pary Rodríguez, comentó que llegaba a esta reunión feliz debido al respaldo del pueblo boliviano a la postulación de Evo Morales como candidato a las elecciones presidenciales previstas para octubre próximo.
Denunció los ataques contra Venezuela: “pareciera que todas las fuerzas de la derecha del continente se han unido para ahogarla financieramente y que su pueblo se levante contra su Gobierno”, pero coincidió en que la única solución es el diálogo. Ratificó el apoyo de su Estado al mecanismo de Montevideo para un diálogo entre venezolanos y reconoció como fructífero la iniciativa impulsada por el Gobierno de Nicaragua.
El canciller boliviano rechazó una vez más el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, el más largo de la historia, que afecta a su pueblo por encima de todo. Reiteró que su país acompañará a los pueblos del Caribe frente a las amenazas financieras que limitan su desarrollo.
El secretario ejecutivo del Alba-TCP, David Choquehuanca, afirmó que el bloque “tiene que levantarse con identidad propia, con pensamiento descolonizador”. Aseguró que es importante fortalecerlo con los códigos culturales de nuestros pueblos y andar con ellos el camino de la paz, la felicidad y de la vida.
“No es Venezuela, no es Cuba, no es Bolivia, somos nosotros. Es la muerte del individualismo”, comentó acerca de la idea de la integración regional impulsada por el Alba: “Por qué no nos animaos a trabajar desde el Alba contra la geopolítica de la dominación para defender la soberanía, la paz y la integración frente a la geopolítica de saqueo e intervencionismo”, cuestionó el diplomático boliviano.
Declaración XVIII Consejo Político del ALBA-TCP
Los Ministros de Relaciones Exteriores y los Jefes de Delegaciones de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) reunidos en La Habana, Cuba, en ocasión del XVIII Consejo Político;
Inspirados en los ideales independentistas de Simón Bolívar y José Martí, en el legado de los líderes de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y de la Revolución Bolivariana en Venezuela, Hugo Chávez Frías, cuyo pensamiento y obra confirman la plena vigencia de la lucha por la emancipación de los pueblos, la necesidad de la preservación de la paz, de la convivencia civilizada y de la unidad dentro de la diversidad en la región:
- Expresamos nuestra preocupación por la agresiva escalada contra Nuestra América, las acciones contra la paz y la seguridad regionales, especialmente las amenazas del uso de la fuerza contra la República Bolivariana de Venezuela, que constituyen peligros para la paz regional en oposición a los preceptos contenidos en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y/o Gobierno en la II Cumbre de la CELAC, celebrada en La Habana los días 28 y 29 de enero de 2014.
- Destacamos la resistencia del Gobierno y pueblo venezolanos frente a la injerencia externa y las medidas coercitivas unilaterales contra su país.
- Renovamos nuestro apoyo al Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, la Revolución bolivariana y chavista y la unión cívico-militar de su pueblo.
- Rechazamos la vulneración de la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas, en total violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
- Llamamos a respaldar la iniciativa del “Mecanismo de Montevideo”, integrada por México, Uruguay, Bolivia y CARICOM, que busca preservar la paz en Venezuela basada, en los principios de no intervención en los asuntos internos, la igualdad soberana de los Estados y la solución pacífica de controversias.
- Demandamos la estricta observancia de los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, la solución pacífica de controversias, la prohibición del uso de la fuerza y de la amenaza del uso de la fuerza, el respeto a la libre determinación, a la soberanía, la integridad territorial, y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
- Insistimos que la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, rechazada por numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, es contraria a los propósitos y principios consagrados en la Carta de esa organización y al Derecho Internacional, vulneran la libertad de comercio y navegación, amenazan la paz y la seguridad internacionales y restringen el disfrute de los derechos humanos de la población de los Estados contra los cuales se aplican.
- Ratificamos nuestro apoyo al proceso de diálogo y negociación del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua en su decisión de continuar defendiendo su soberanía, la paz, los notables avances sociales, económicos, de seguridad y de unidad nacional alcanzados.
- Rechazamos la conducta injerencista del Gobierno de Estados Unidos, que utiliza una vez más a la OEA y a su Secretario General en su política intervencionista contra la soberanía, la libre determinación y el orden constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, de la República de Nicaragua y de la República de Cuba.
- Repudiamos la Doctrina Monroe, viejo reflejo de la ambición hegemónica e imperialista de los Estados Unidos sobre las tierras y los pueblos de América, que se resucita hoy y que plantea la amenaza más grave y perentoria para la paz del hemisferio.
- Reiteramos el reclamo de la comunidad internacional a que se levante de manera incondicional el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, que constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano y cuyo carácter extraterritorial afecta a todos los Estados.
- Rechazamos la reciente decisión del gobierno de los Estados Unidos de activar el Título III de la Ley Helms-Burton, legislación que refuerza el carácter extraterritorial del bloqueo contra Cuba y daña las relaciones económicas y comerciales internacionales de Cuba y de la comunidad internacional con Cuba.
- Saludamos la aprobación de la nueva Constitución de la República de Cuba que expresa su compromiso revolucionario y su convicción solidaria e integracionista.
- Reafirmamos la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como mecanismo de concertación política regional basado en la estricta observancia y defensa de los principios del Derecho Internacional, incluidos la solución pacífica de controversias, la prohibición del uso y de la amenaza del uso de la fuerza, el respeto a la libre determinación, a la soberanía, la integridad territorial, y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
- Respaldamos la presidencia Pro Témpore del Estado Plurinacional de Bolivia al frente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
- Reafirmamos nuestro apoyo comprometido al pueblo y gobierno de Bolivia en su histórico y justo derecho a una salida al mar con soberanía.
- Rechazamos enérgicamente las medidas adoptadas contra los hermanos países caribeños, considerándolos jurisdicciones no cooperativas, a la vez que exhortamos a revisar los criterios de graduación como «países de renta media», lo que dificulta su acceso al crédito y a la cooperación internacional.
- Reafirmamos nuestro continuo apoyo a los países caribeños en su reclamo de compensación y justicia reparadora por el genocidio de la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos.
- Rechazamos la utilización de manera selectiva y políticamente motivada del tema de los derechos humanos, con el propósito de crear condiciones para desestabilizar gobiernos legítimos, justificar la injerencia en sus asuntos internos e imponer políticas de cambio de régimen.
- Saludamos la celebración del 25 al 28 de julio del presente año, del XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo en Caracas, Venezuela, espacio que contribuirá al diálogo constante entre las fuerzas políticas progresistas y los movimientos sociales de la región.
- Saludamos además la realización de la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados, a celebrarse en la República Bolivariana de Venezuela, del 20 al 21 de julio de 2019, bajo el tema central “Promoción y consolidación de la paz a través del respeto al Derecho Internacional”.
- Renovamos el compromiso con la concertación política, la cooperación y la integración, y la defensa de la unidad frente a la injerencia y dominación política y económica.
La Habana 21 de mayo de 2019.
La cita busca continuar profundizando la concertación política, explorar nuevas oportunidades de integración y reafirmar el compromiso de unidad, cooperación y solidaridad entre las naciones que conforman la Alianza en la actual coyuntura regional.
Este bloque construido sobre los principios de la integración latinoamericana reúne, junto a Venezuela y Cuba, a Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.
¿Qué es el ALBA-TCP?
El pasado año La Habana también acogió la XVI Cumbre del Alba, en cuya declaración final se abogó por el compromiso con la concertación política, la integración y el multilateralismo y se repudiaron el intervencionismo y las acciones coercitivas unilaterales.
El ALBA-TCP es un baluarte del respeto y la defensa de los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno en la II Cumbre de la CELAC, que tuvo lugar en La Habana, el 28 y 29 de enero de 2014.