Del mismo modo que se afirmó que el XXI Congreso de la CTC tuvo su comienzo en la base, con el debate por los dirigentes sindicales y los trabajadores del comportamiento en cada lugar de los temas medulares que se proponía alcanzar la organización, hoy se puede asegurar que el cónclave no terminó con sus sesiones finales.
“(…) ahora terminó lo realmente decisivo: lograr que la información recibida, las conclusiones y acuerdos a los que arribó el Congreso, lleguen a cada colectivo laboral (…) Y algo muy importante: que esas ideas y conceptos se materialicen en acciones para producir más o brindar un mejor servicio”, subrayó en la clausura José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido.
Sin duda los sindicalistas salieron del Congreso mejor preparados para cumplir esa misión. De gran valor fueron los encuentros con los máximos representantes de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (Osde) y los ministerios correspondientes, ya que allí recibieron una información actualizada que les permite dar respuestas concretas y argumentadas a asuntos planteados durante el proceso orgánico. Además, en esas reuniones se abordaron las políticas y programas perspectivos de dichos organismos y su repercusión en los centros de trabajo.
Muy provechosos resultaron también los intercambios en las comisiones del Congreso, donde se aprobaron las líneas principales de actuación presente y futura del movimiento sindical.
Un trabajador me preguntaba hace poco cuáles habían sido los acuerdos de la magna cita. Ellos están contenidos precisamente en los dictámenes de las comisiones, abarcadoras de las tareas esenciales del sindicalismo en cada lugar, como el funcionamiento, el aporte de los trabajadores a la eficiencia que demanda la economía del país, la atención a los trabajadores no estatales; la representación y defensa de los trabajadores y la labor político-ideológica.
Vale reiterar algunos de los principales aspectos recogidos en estos grandes campos de acción que se convierten en herramientas de la labor cotidiana de los cuadros sindicales.
Especial énfasis se puso, por ejemplo, en la necesidad de fortalecer el papel del movimiento sindical y los trabajadores en la batalla económica, y en concretar su participación en la planificación, regulación, gestión y control de esta. Ello es esencial cuando se ha señalado por el titular del ramo que el próximo año no habrá cifras directivas del plan, sino serán los propios trabajadores quienes determinarán las potencialidades y reservas internas de cada lugar, con la mirada puesta en el propósito de no importar lo que se pueda producir en el país, que además de ahorro constituye una fuente de empleo; contribuir a las exportaciones, lograr eficiencia en las inversiones y el crecimiento de la productividad.
Sobre el funcionamiento sindical se abogó por un estilo y métodos creativos que favorezcan el liderazgo de sus dirigentes, a lo que contribuirá asimismo su mayor capacitación y la calidad del proceso eleccionario con el fin de que sean seleccionados los más capaces y con mayor prestigio entre los afiliados.
La preparación de los cuadros, dirigentes sindicales y trabajadores del sector no estatal se consideró decisiva para su adecuado conocimiento de las normas sobre el ejercicio de esta actividad; son prioridades también lograr el desempeño de su labor en el marco de la legalidad, y la introducción en esta forma de gestión de la negociación colectiva con vistas a garantizar la defensa de los trabajadores subordinados.
La formación de valores éticos y morales en los trabajadores, especialmente los jóvenes y los no estatales, fue considerado un pilar de la labor político-ideológica, a la vez que sistematizar el estudio de la historia y la preservación del patrimonio sindical; incrementar el control como punto de partida para la prevención y el enfrentamiento al delito y las ilegalidades en los centros; y preparar a los cuadros y afiliados en el uso de las redes sociales como parte del combate contra la subversión ideológica.
Se subrayó igualmente la importancia de los Convenios Colectivos de Trabajo para la representación y defensa de los deberes y derechos de los trabajadores; asegurar el funcionamiento adecuado de los Órganos de Justicia Laboral; desarrollar vías para el mejoramiento continuo de las condiciones de trabajo y la atención a la salud de los trabajadores; y darles oportuna atención y seguimiento a sus quejas, denuncias y reclamaciones.
El secretario general de la CTC, Ulises Guilarte De Nacimiento, expresó a los delegados la seguridad de que saldrían del Congreso con la confianza y el optimismo de que enfrentarán con éxito la compleja situación que atraviesa el país, y los convocó a multiplicar ese espíritu en los colectivos. “Venceremos con la unidad como fortaleza, dijo, tal y como nos enseñaron nuestros líderes”.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …
Todo muy bien,que lleguen a la base,pero que no se demoren cuatros años en ponerlos en práctica,los problemas de este congreso son fotocopia de los del anterior, se necesita un salto tipo Sotomayor.
En el 5to párrfo de su árticulo plantea usted que los acuerdos del congraso están dentro del contenido de los dictamenes de cada comisión. Cómo podemos hacernos de esos dictamenes o acuerdos, dónde están publicados.
Si todo muy bien, pero cuales son los acuerdos?