Manuel López Oliva (Manzanillo, Granma, 1947), es uno de las figuras más prestigiosas del arte contemporáneo insular. Graduado de la Escuela Nacional de Arte en 1969, además de artista plástico, ha sido crítico de arte y ensayista, por lo que en el año 2000 ganó el Premio Nacional de la Crítica ‘Guy Pérez Cisneros’ en reconocimiento a la obra de toda su vida.
La pintura de López Oliva ha transitado por diferentes etapas, entre éstas la de retratos simbólicos caracterizados con un modo personal de asumir el Pop Art y la Nueva Figuración, así como la de sus visiones expresionistas de La Catedral de La Habana. Desde la década de 1990, comenzó a desarrollar una obra, donde la relación de lo teatral con la vida histórica y las máscaras han conformado un lenguaje visual provisto de metáforas y sentido paradójico. Con posterioridad ha concebido también performances.
Ha escrito ensayos sobre arte, estética y cultura publicados en España, Francia, Italia, Suecia, Polonia, Chile, Colombia y Cuba. Ha sido miembro del jurado en diferentes concursos nacionales e internacionales; ha ofrecido cursos y conferencias en universidades e instituciones culturales tanto en Cuba como en el extranjero.
Su trabajo como artista plástico está ampliamente catalogado y descrito en diferentes libros y revistas internacionalmente. Obras suyas se encuentran en museos y en colecciones institucionales y privadas de varios países.
Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y Presidente del Comité Cubano de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (AIAP) con sede en París. Integrado al grupo de espacios de creación y venta de arte, que con el nombre de Open Studio se incluyen en las acciones no- centrales de la actual Bienal de La Habana, mientras dure ésta se mantendrá con esa función el taller de arte del artista visual Manuel López Oliva.
Sobre su estudio y la Bienal de La Habana
Radicado en la esquina de Leonor Pérez (antes Paula) y calle Habana, dentro del Casco histórico habanero, ese sitio colonial de mediados del siglo XVII (restaurado por la Oficina del Historiador de la Ciudad) ofrecerá su contenido -desde el mismo proceso de trabajo artístico hasta disímiles obras elegidas para tal fin- a coleccionistas y otros interesados en percibir cuanto allí habrá.
La asistente profesional de López Oliva, Deney Terry, curadora de ese Estudio Abierto, decidió nombrarlo La historia como espectáculo, porque aparte de las realizaciones del conocido artífice dado en articular lo teatral y las máscaras con lo histórico, podrán apreciarse pinturas, visiones gráficas y singulares arte-videos debidos a Gecer López García, quien genera metáforas para la reflexión que unen referentes de la sociedad y circo.
El propósito no ha sido montar una exposición más, sino “desnudar” el ámbito cotidiano de formulación de lo estético, mediante esa “batalla que está en los talleres” (así puesta de manifiesto por José Martí, cuya casa natal permanece sólo a unos 300 metros del Estudio de López 0liva). Sin afán competitivo o mimetismo de diseño en pos de una apariencia foránea, sino más bien con la humildad natural y una atmósfera popular típica de esa zona no muy divulgada de la Habana Vieja, los muros en amarillo y las puertas y balcones azules del inmueble esperan pos su visita.
El teléfono del taller es 78626815 y el correo: lomani@cubarte.cult.cu