Unos siete mil 141.47 en moneda convertible, superiores casi dos veces a la cifra del calendario anterior, aportaron colectivos y trabajadores guantanameros para sufragar los gastos de los programas Materno-Infantil y de Lucha contra el Cáncer en 2018. La contribución iniciada en los años más cruentos del periodo especial, consolida en la región más oriental del país los valores de un sistema social que beneficia al pueblo.
Lo anterior se dio a conocer durante el encuentro organizado cada año por el comité provincial de la Central de Trabajadores de Cuba en distintas instituciones de salud, salas de pediatría y otros servicios inherentes al programa, donde los homenajeados tienen la oportunidad de intercambiar con pacientes y personal médico.
En el recorrido Héctor Raymón Lobaina, Pediatra y funcionario del Programa Materno Infantil en la provincia felicitó a los trabajadores y explicó que aunque el territorio no cuenta con una sala para el tratamiento y observancia de los pacientes con enfermedades oncoproliferativas, gracias a ese aporte se garantizan alimentos, insumos y medicamentos no asequibles al país como consecuencia del bloqueo económico financiero del gobierno norteamericano a Cuba.
Kirenia Tejeda Beltrán, trabajadora, de la sucursal 8681 del Banco de Crédito y Comercio en el consejo popular de Jamaica aludió que en su colectivo lo hacen porque “se convirtió desde hace mucho tiempo en un deber, nos propusimos aumentar el aporte cada año y por departamentos, significa ante todo una manera de hacer lo que nos toca.”
Por su parte Rafael Hernández, zapatero perteneciente a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) en el municipio capital, el profundo carácter humanista de la contribución y su sentido del patriotismo le comprometen cada día más: “tengo tres niños y uno de sólo tres años que me conmueve a esta tarea, me enorgullece saber que estoy ayudando a la salud de niños enfermos de cáncer y creo que en el caso de los trabajadores por cuenta propia muchos quieren contribuir y por desconocimiento de las orientaciones, vías y métodos no lo han hecho.”
Mary Laury Frómeta Coutín, del municipio de Caimanera, tiene 38 años y se siente muy orgullosa de ser hija de Bárbara Cautín Rodríguez, la colaboradora internacionalista más destacada: “Mi madre es farmacéutica y actualmente cumple misión internacionalista en Venezuela hace un año y algunos meses, pero antes estuvo dos años en Bolivia y lo hizo igual. Eso no es más que el ejercicio de los valores que inculcó a sus tres hijas y su manera de apoyar a la Revolución y la obra del Socialismo.”
En 2018 y a tenor del proceso orgánico al XXI Congreso de la CTC y su 80 cumpleaños, las contribuciones tuvieron entre sus protagonistas a los colectivos de las unidades empresariales de base: Pesca CAIMAR, Producciones Varias y Tabaco Torcido, así como a la empresa de ingeniería y diseño de la construcción (GENEDIS), de distribución y venta industrial (DIVEP), los Agentes de Seguridad y Protección y la Empresa Comercializadora de Medicamentos (ENCOMED), entre otros.
Del altruismo al beneficio