El año pasado presentó en la sala Tito Junco una singular versión del Ricardo III de William Shakespeare, protagonizado íntegramente por mujeres, y ahora regresa con una puesta muy intensa de Personas, lugares y cosas, del británico Duncan MacMillan: Jazz Martínez Gamboa apuesta por textos contundentes, que no dejan nunca impasibles al espectador.
Aquí se habla de la tiranía de las adicciones y su impacto en las relaciones personales. Se recrea un entramado complejo, se van “trenzando” disímiles historias a partir de un eje: el itinerario de una joven actriz, víctima de las drogas y del alcohol (y en buena medida, de ciertos traumas existenciales); “victimaria”, muy a su pesar, de sus familiares y amigos.
Seguimos una trama que no da descanso: su llegada a un centro de rehabilitación, su accidentado proceso de desintoxicación, su interacción con los especialistas y otros pacientes, sus conflictos con los padres… en un espiral de peripecias que al final cierra el ciclo, a la manera de una pieza.
Martínez Gamboa no se permite desdramatizar, aligerar el texto: remarca intenciones, enfatiza, demanda… Los actores tienen el reto inmenso de sostener secuencias que apenas distienden: es un enérgico encadenamiento de acciones que contribuye a mantener la tensión, pero que también puede llegar a recargar al público… sobre todo si tomamos en cuenta que el espectáculo es largo.
La obra, ciertamente, puede resultar por momentos agobiante. Quizás haya sido la intención del director, ante la importancia del tema.
Los actores defienden muy bien sus personajes, es manifiesto el compromiso de todos. Particularmente plausible es el desempeño de Yeni Soria, que encarna visceralmente un personaje pletórico de acentos.
La “coreografía” de la puesta llega a ser cacofónica, y el diseño de luces (¿o será la concreción puntual de ese diseño?) parece en ocasiones anárquico y caprichoso. No obstante, cierta vocación minimalista alcanza para recrear ambientes bien conseguidos.
Jazz Martínez Gamboa está consolidando una poética, muy suya, en un claro empeño por abrir el espectro autoral del panorama escénico nacional. Personas, lugares y cosas tendrá funciones hasta el jueves, a las 7:30 p.m., en la sala Raquel Revuelta (Línea y B, Vedado).