Cargando...Más de 2 mil millones de personas en el planeta carecen de acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento, asegura el nuevo informe mundial de la Organización de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos.
Existen importantes diferencias de acceso a esos servicios, especialmente entre ricos y pobres, dentro de los países en general. Muchas personas sin acceso se concentran en áreas periurbanas, principalmente en los cinturones de pobreza que surgen en la periferia de numerosas ciudades, y los niveles de cobertura son significativamente más bajos en las zonas rurales.
El estudio No dejar a nadie atrás, divulgado en ocasión de conmemorarse el pasado 22 de marzo el Día Mundial del Agua, afirma que las personas que sufren discriminación por motivos de condición social, género o edad, o pertenecen a una minoría religiosa, étnica o lingüística, tienen menos probabilidades de tener acceso a los servicios de agua y saneamiento.
Asimismo la investigación, realizada por ONU-Agua y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), recalca que el acceso al vital líquido y las instalaciones sanitarias es también un reto para los refugiados y los desplazados, que alcanzaron los 68,5 millones de personas en el 2017.
De acuerdo con lo divulgado por la página digital Noticias ONU, a nivel mundial África alberga a la mitad de la población que bebe agua de fuentes no protegidas. En África subsahariana solo el 24 % de las personas tienen acceso a agua potable y el 28 % a instalaciones de saneamiento básico no compartidas con otros hogares.
En América Latina y el Caribe, millones de personas carecen aún de una fuente adecuada de agua potable, mientras que un número aún mayor sufre la carencia de instalaciones seguras y dignas para la eliminación de las heces. En el 2015, el 65 % de la población de esta región tenía acceso a servicios hídricos gestionados de forma segura, pero solo el 22 % disfrutaba de servicios de saneamiento con esa condición.
El informe vaticina que la demanda mundial de agua aumentará entre 20 y 30 % en el año 2050 respecto al nivel actual, debido al crecimiento demográfico, el desarrollo económico y la evolución de los modos de consumo, al tiempo que el cambio climático complicará el acceso al agua potable debido a las sequías y las inundaciones.
El incremento de conflictos entre diferentes partes por este recurso vital es señalado también en el documento. En este sentido, apunta que mientras se produjeron 94 conflictos por agua entre el año 2000 y el 2009, la cifra por igual motivo se elevó a 263 entre el 2010 y el 2018.
Igualmente alerta que, si continúan la degradación del medio ambiente y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales, para el 2050 también estará en peligro el 45 % del PIB mundial y el 40 % de la producción mundial de cereales.
El estudio recuerda que, en el 2010, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución histórica que reconoce el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano, y asignó a los Estados la responsabilidad de crear condiciones para brindar esos servicios a todas las personas, propósito que fue incluido entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para el año 2030.
Pero esta meta podría no lograrse, según advierte el informe, por lo que la máxima organización internacional demanda de los Estados la pronta aplicación de políticas inclusivas que den solución a la precaria situación que padece en materia de acceso al agua y al saneamiento una significativa parte de la población mundial.
