Be Live Experience Varadero: Una sola calidad, un solo cliente

Villa Cuba-Las Morlas es una instalación hotelera honrada con la presencia de la Bandera XXI Congreso de la CTC, el estandarte que presidirá las sesiones finales de la magna cita sindical de abril  

A su exitosa historia sigue añadiendo valores Be Live Experience Varadero, uno de los 58 colectivos anfitriones en Matanzas del recorrido de la Bandera XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el estandarte que presidirá esa cita sindical, fijada del 20 al 24 de abril en La Habana.

Turistas asombrados por el atípico suceso en un sitio de pronto invadido por la música, enseñas multicolores y el auténtico gozo, llevaron a sus casas la alegría del singular momento en que se resumía el sobresaliente desempeño de los animadores o la amabilidad de los empleados, según se elogia en TrypAdvisor, la afamada web de viaje.

No hubo casualidad en el merecimiento de un honor perfectamente predecible para el centro operado por Gran Caribe, incluido también entre las 21 entidades yumurinas laureadas a propósito del aniversario 80 de la CTC.

“Estar en el selecto grupo supuso sobrepasar en 6,8 % el plan de ingresos del 2018 y crecer un 8,4 en relación con el período precedente, saldos óptimos en un año marcado por la baja en la emisión de visitantes. En Gran Caribe, por ejemplo, solo dos hoteles cumplieron las cifras pactadas y Be Live Experience fue uno de ellos”, pondera Osmar Ramírez Ramírez, al frente de la esfera de Asuntos Económicos en el Comité Provincial de la CTC de Matanzas.

Saber mover las fichas

La conjugación de varias fichas bien movidas definen el presente de este colectivo. Cuando las pérdidas económicas, fisuras en la calidad y las críticas parecían hundirlo, Gran Caribe apostó por un contrato de administración con una empresa extranjera, Be Live, para operar el nuevo complejo formado por la fusión de los hoteles Villa Cuba (365 habitaciones) y Las Morlas (148).

El acierto del grupo hotelero se completó, cuentan entrevistados, con el nombramiento de Juan Tomás Pedroso Pedroso como subdirector general por la parte cubana, y con la manera acertada en que los trabajadores congeniaron con el contrato de administración.

Una variable final, y no menos importante, fue que la parte foránea hiciera su papel, llenando de huéspedes las 513 habitaciones. “Y se logró. Con esa buena comercialización debemos promediar por encima del 90 % de ocupación”, afirma Pedroso.

Las ventas on–line tienen una influencia notoria en la llegada de viajeros procedentes de Canadá, Alemania, Rusia, y de países latinoamericanos como Chile, asegura Rosario Sarabia Enríquez. Apostamos por la diversidad de mercados, lo que ha permitido tener resultados tanto comerciales como económicos. Aun con 21 años, el complejo está muy bien posicionado”.

En esa dinámica de conquista se insertan los turistas de la Mayor de las Antillas. El habanero Carlos Quintana y su familia aseguran no haber percibido ninguna diferencia en el trato. “Somos repitentes. Villa Cuba le hace honor a su nombre”.

La concepción de trato, sin reparar en la nacionalidad cubana o extranjera, define la postura de Be Live Experience: Una sola calidad, un solo cliente.

Puertas adentro

La repartición de propinas en meses impensables tiempo atrás y el cobro de la utilidad derivada de la eficiencia económica, el llamado mes 13, servirían para ilustrar los beneficios remunerativos al alcance de hombres y mujeres conscientes de que los dividendos serán mayores en la misma medida que se optimice la gestión del complejo.

“Justo eso hemos tratado de transmitir”, valora Juan Tomás Pedroso. “Lidiamos con una planta habitacional que, aunque tiene algunas mejoras, ya supera los 20 años. Aquí lo decisivo es el actuar de nuestra gente, a quienes garantizamos buenas condiciones de trabajo y gestionamos en el sentido exacto de la palabra. Reservas quedan aún para seguir elevando lo cualitativo y conseguir un ahorro más eficaz de recursos”.

Es por eso que la atención personalizada no es privativa de los huéspedes. Carlos Morales, cocinero del comedor obrero, prepara platos con recetas especiales para hipertensos, diabéticos o a embarazadas, una de las tantas iniciativas de un programa de atención amparado en el Convenio Colectivo de Trabajo.

Delegada a las sesiones finales del XXI Congreso de la CTC, la secretaria general del buró sindical, Teresita Roosburgh Sotolongo, manifiesta que sin faltar a sus misiones propias, a las organizaciones y a la administración los conecta una alianza basada en el respeto mutuo”. Lo interesante de la manera de relacionarse, explica, es la percepción de armonía transmitida. “Y esa imagen de unidad es una fortaleza”.

Con ello coincide el italiano Cristiano Beltelly, director general: “En nuestra gente está la clave del éxito. Trabajo para una empresa foránea que combina las palabras ser y vivir, y siempre tratamos de poner los cambios en función de las personas. Llevo 20 años en Cuba y puedo decir que la unidad ha permitido que este país y la empresa que represento hayan cultivado una confianza entre ambas partes. Hemos encontrado aquí la química que permite cosechar triunfos”.

Se ufana Beltelly de la confianza de los empleados en lo que se les dice. “Si yo te prometo que vamos a tener ocupación, hay que lograrlo…”, estima. A su juicio, esa sensación de buena química entre dirección, sindicato y Partido y, además, que la empresa responda, es la esencia de los resultados”.

Nadie que no sea del turismo puede imaginar los quebraderos de cabeza cuando no hay materia prima para trabajar, y en el caso nuestro son los visitantes. Que Be Live los garantice es una suerte para quienes tenemos la dicha de ser de aquí”, elogia el secretario general del comité del Partido, Manuel Bouza.

Para Mailén Alemañy Santos, secretaria general del Buró Provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo, los resultados de Be Live Experience reflejan el sostenido avance de una instalación descollante en la conjugación de lo económico y lo sindical. Derivado de los compromisos individuales, ya se abonó, afirma, la totalidad de la cuota sindical, Mi Aporte a la Patria, la contribución de propinas para los programas de la salud, y hace unas horas cumplieron con las donaciones de sangre.

Muchos aseguran que los múltiples lauros de los últimos cuatro años, incluida la Bandera de Proeza Laboral, llevan el nombre de sus cuadros administrativos, muy en particular el de Juan Tomás Pedroso, quien resume su actitud con una frase: “¿Qué hay que hacer?”.

Su ejemplo y el del colectivo que lo sigue, me llevan a lo dicho recientemente en el balance del Ministerio de Turismo por el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel: “La sensibilidad, la inquietud revolucionaria y cultura del detalle deben caracterizar a los cuadros del turismo. Los que no tengan estas características no van a ser capaces de aprovechar las oportunidades y tendrán siempre un pensamiento pesimista. Esas cualidades dan la posibilidad de crear, de ser proactivos y de aprovechar todos los atributos del país”.