Competencias de habilidades, degustaciones de platos típicos de Camagüey y de comida foránea, clases magistrales sobre coctelería mambisa y repostería, adaptaciones de platos extranjeros con productos nacionales, fueron muchos de los aderezos del primer Seminario Gastronómico “Sabe a Camagüey”, que ya cierra sus puertas.
“Estos días fueron sobre todo una gran escuela. Aquí hemos apreciado cómo se elabora comida italiana y japonesa por cocineros de esas naciones, hemos conversado con ellos y aprendido sobre modernas maneras de cocinar. Es una oportunidad única que permite dar mayor valor agregado a nuestras elaboraciones”, comentó Victor Echemendía Segura, propietario del Mesón del Príncipe, restaurante privado de la ciudad de Camagüey.
De cómo se han perdido las antiguas formas de hacer dulces típicos, de emplear el carbón, que tan distintivo sabor da a los alimentos, y la ausencia de asignaturas dedicadas a la historia de la cocina cubana en las academias, también dialogaron los presentes.
“Es indiscutible que somos lo que comemos y eso implica una pluralidad enorme. La comida de hoy está condicionada por la economía, la religión, los mitos, las costumbres, por eso no se puede mirar desde otra forma la cocina que no sea desde la cultura”, argumentó la doctora Olga García Llero, en la conferencia magistral que impartió el primer día.
También se le dedicó un espacio al casabe, ese alimento inventado por nuestros aborígenes, y que como explicó Domingo Cusa, director de Infotur en Bayamo, abasteció las bodegas de las naves españolas y estuvo presente en las guerras por la independencia. A ese producto, hecho a base de yuca, se le deben aplausos, por eso los presentes avalaron la iniciativa de proponerlo Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Entre los regalos de la última jornada estuvo la posibilidad de apreciar en “acción” a Hiroyuki Terada, master sushi chef. El también recordista Guinnes mostró su agilidad al realizar cortes con los ojos vendados a una zanahoria y no lo hizo solo, retó a los presentes. Y alumnos y maestros cocineros apreciaron el arte de cortar alimentos.
Hiroyuki también preparó variedades de sushi e incluso adaptó uno con la conocida ropa vieja camagüeyana, como homenaje a los clásicos rollitos de estas tierras.
El colofón de la jornada será en el parque temático de los Ferrocarriles donde habrá una feria de coctelería y el bartender José Rafa Malen, presidente de la asociación de Cantineros de Cuba, regalará a la ciudad un cóctel especial por los 505 años de fundada.