Calle Delicias. Aleixis Edilia González abandona la sala y se sitúa justo en la puerta. Recorre con la vista las calles y se voltea con una frase en sus labios. “Viste, viejo, Díaz-Canel lo dijo: Nuestra casa está quedando más bonita que antes. El Presidente tenía razón”, sonríe complacida.
Esa misma conclusión la comparten vecinos del capitalino municipio de Diez de Octubre, afectados por el tornado del 27 de enero, y a quienes la solidaridad alivia los días. El turno tocó ahora a cooperativas no agropecuarias (CNA) de la construcción, llegadas desde Matanzas para recomponer zonas como la de Jesús del Monte.
“Es una suerte que mi vivienda la reparen ellos. Son muy rápidos, profesionales y trabajan con gran calidad”, confiesa Lázaro Morales, mientras flota en mano ayuda en los toques finales de un ribete que bordea su casa. “Siempre quise una acera así. Se lo agradezco a los hombres de la CNA Sancof”, afirma orondo.
En la propia calle Delicias, Jesús Gómez bate mezcla en el interior de su hogar. “Ayudar a estos constructores es lo menos que podemos hacer. Fui liberado de mi trabajo y aquí estoy tratando de recuperar lo perdido lo más pronto posible. Desde que llegó esta brigada de matanceros se han visto muchos cambios. La gente está muy contenta y mi familia más que agradecida…”.
Criterios como estos escuchan cotidianamente los hombres de Sancof, Cabildo, CCoral, Deconst, Sagebien, Recons y Comixvar, siete de las CNA yumurinas que dijeron sí en cuanto las convocó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SNTC).
Roberto Ortuza, uno de los representantes de Sancof, habla con deleite de las más de una decena de inmuebles en reconstrucción. “Nos hemos concentrado en las fachadas, pero no se han dejado de hacer otras actividades ligeras o con alguna complejidad solicitadas por los inquilinos. También hemos incorporado al entorno elementos que no existían, como aceras”.
Bajo la tutela del contingente Blas Roca, suministrador de los materiales constructivos, las CNA yumurinas decidieron donar la mano de obra, algo normal en el diario de estas nuevas formas de gestión, según lo manifiesta gustoso el joven ingeniero civil Yunieski Peláez Giraldo, perteneciente a Deconst.
“Es verdad que el Blas Roca encaminó las labores recuperativas, pero nadie duda de que Matanzas trajo eficiencia, calidad y mucho espíritu”, considera Bárbara Oliva, una opinión con la que concuerda desde Mangos 114, Osmany Rodríguez Delgado.
Justo por actitudes altruistas como estas, el Partido y el Sindicato de la Construcción les entregaron a estas CNA certificados de reconocimiento en el balance anual de análisis del desempeño de estas formas de gestión en el 2018, una labor que la prestigia y engrandece, reconoció Yoansi Álvarez Baró, miembro del buró provincial del SNTC.