El 14 de febrero la brigada no. 1 del Contingente Ñico López entregaba la vivienda a Yasel Caraballo Fernández, uno de los vecinos de la Avenida Rotaria en el municipio Regla, que sufrió los embates del tornado EF4 del pasado 27 de enero. Como él, varios pobladores han visto levantar bloque a bloque, con el esmero de constructores y manos solidarias, lo que los vientos de más de 300 kilómetros por hora arrancaron en apenas unos segundos.
La obra terminada requirió esfuerzo. Yadira Ramírez Suárez, jefa de la brigada, recuerda que “no se sabía ni cómo empezar; estuvimos tres días sacando escombros para poder acometer las actividades de reconstrucción, reparación y hacer nuevas algunas viviendas. Eso sí, no nos paramos nunca por recursos”.
Desafortunadamente, lo anterior no ha sido una realidad para todas las personas que tuvieron daños en sus casas, aun cuando el Estado ha puesto su empeño en la recuperación. En este Consejo Popular (Guaicanamar), tales afectaciones se contabilizan en mil 105, según datos ofrecidos por la Oficina de Trámites de la zona, instancia en la que hoy recaen el mayor número de reclamos.
Lorenzo Rodríguez Rodríguez, uno de los damnificados, considera que el principal problema ha sido la falta de organización. Él, por ejemplo, luego de acudir a la oficina en tres ocasiones, no había conseguido la ficha para comprar los materiales.
“La primera vez, el documento no aparecía; la segunda, no me habían puesto la medida del cuarto; y la tercera no estuve conforme, porque me habían otorgado menos tejas de las que realmente necesito. Ahora, por última vez, vino la inspectora, midió bien y me dijo que eran 20, que es un poquito más, pero tengo que volver a ir y hacer la cola”, explica.
Como él, su vecino Miguel Brito Pérez muestra inconformidad: “Tenía la construcción de arriba a altura de arquitrabes y solo me dan 170 bloques. Esto sin contar que la placa se fracturó y tuve que poner una viga para que la sostenga”.
Las quejas más frecuentes de la población están relacionadas al trabajo técnico. De acuerdo con Marvelis Velázquez Reyes, subdirectora general de la Dirección Provincial de la Vivienda, quien atiende el municipio Regla, “en estas labores nos han ayudado muchas personas, pero la experiencia ha dicho que tienen que ser profesionales que conozcan y estén preparados no solo para identificar el perjuicio, si no para calcular materiales, pues hemos tenido que repetir fichas, lo que nos ha atrasado”, reconoce.
Además de tales inconvenientes, persisten viejas dificultades, como la falta de algunos materiales en los rastros. Odalys Díaz Mendoza, afectada luego de que la placa de un edificio impactara su casa, muestra preocupación: “He ido en varias ocasiones y no ha habido losas, ni tuberías de agua, ni ventanas dobles. Tampoco hay papel de techo y ya se me está empezando a filtrar”.
La demora en el proceso de conformación del expediente también ha sido notificada por las víctimas del tornado. Ana María Eire Blanco, quien depende de una chequera y perdió el techo de su casa, aún espera respuesta. Cinco visitas a la oficina no han resuelto su situación, por lo que continúa con su sobrina, compartiendo el cuarto con 6 personas más, entre ellas, su hijo, que tiene tres lesiones cerebrales.
Con respecto a la lentitud en ese procedimiento, Marvelis expone que el documento, hecho a mano, lleva tres copias. Por otra parte, “la metodología establecida incluye seis firmas (director de la vivienda, presidente del consejo de defensa, técnico evaluador, jefe de la oficina, funcionario de Comercio, funcionario de Trabajo), alguna de ellas en dos lugares del expediente”, añade.
Como estrategia para agilizar los trámites y con vistas al futuro, “estamos implementando un programa que consiste en un mapa, conformado por los compañeros de Geocuba y Joven Club, que nos ha ayudado a digitalizar toda la información. Así vamos a tener una realidad exacta y estadística del evento, que aquí en Regla dejó alrededor de dos mil 7 afectaciones, con 123 derrumbes totales”, refiere.
La iniciativa, según explica, ya ha comenzado a dar frutos. Sin embargo, las voces de los damnificados —a más de 20 días del siniestro— dicen que no es suficiente. Aunque las visitas ya finalizaron y se cierra la contabilización, en este municipio queda mucho por hacer.
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La verdadera solucion es producir mas materiales de construccion de todo tipo, que se vendan a precios razonables como cualquier otro producto en ferreterias, se acaba la especulacion inmediatamente.Aqui hay uno, el pueblo de cuba» que su «gran» idea es crear impuestos, produccion de materiales es la clave, inunda el mercado con materiales y se soluciona.
Ya que no existe la Loteria Nacional con cuyos fondos Pastorita levanto la Ciudad Camilo Cienfuegos al este de La Habana, se podria crear un Fondo Provincial de la Vivienda con un impuesto a las empresas estatales por la construccion de nuevos hoteles y que los impuestos que pagan los hostales particulares vaya directo a ese fondo. Licitacion a coperativas de construccion y exencion de impuestos si acceden a trabajar en viviendas sociales y un sistema de fiscalizacion popular para evitar robos y desvios y mala calidad incluido un numero de telefono directo con la fiscalia y en 10 años se recupera la vivienda…..Carcel para los traficantes de materiales de la construccion.
Totalmente de acuerdo y porque no una loteria para un fin tan decoroso?
La loteria y los juegos en general no son buenos para la salud social. Nada que engendre vicios debe auparse asi sea con un fin benefico. Con los impuestos recaudados y la fiscalizacion efectiva seria suficiente para sacar a la gente de los albergues y de los peligros de derrumbes en todo el pais.
Evidentemente son viviendas temporales por la fragilidad de los techos,ojala en el futuro puedan vivir en mejopres y mas seguras viviendas. Lo dificil esta en el financiamiento,hay que buscar formulas donde todos aporten a una caja de fondo para la construccion de mejores viviendas, el estado solo no puede.