Una de las instalaciones más afectadas en el reparto Martí, del municipio capitalino del Cerro, fue la escuela primaria Osvaldo Sánchez. Hubo que reubicar a todos los alumnos en el politécnico Blas Roca Calderío, para que ahí recibieran sus clases, en tanto se restaure el centro escolar.
La recuperación comenzó pronto, desde horas muy tempranas llegan al lugar los trabajadores de la Empresa Constructora Toledo, del municipio de Boyeros. Se afanan con tesón, saben que en sus manos está la vida de esa escuela, uno de los bienes más importantes de la comunidad. Es también la forma de aportar su cuota de solidaridad con los que en la ciudad han tenido que enfrentar los efectos del tornado.
Cerca de ellos, integrantes de Etecsa reparan las líneas telefónicas que aún quedan pendientes. Aprovechan los últimos rayos del sol de estos días de febrero. Las calles ya limpias de escombros, el retorno de la electricidad y el entusiasmo de los constructores han aliviado poco a poco las heridas dejadas por el tornado.
[custom_gallery source=»media: 160379,160378,160377,160376,160375,160374,160373″ limit=»55″ link=»lightbox» width=»750″ height=»490″ title=»never»][custom_gallery source=»media: 27318,27320,27319″][/custom_gallery]