Ivón Auyión La Rosa ya tenía otra cara este domingo. Justo al cumplirse la semana de que en la noche del 27 de enero el tornado que afectó a La Habana le derribara más de la mitad de su casa en la avenida Rotaria, de Regla, nos muestra los primeros avances: “Ya están levantando paredes”, nos dijo optimista.
Constructores del contingente Ñico López y trabajadores de la terminal de la lancha de Regla donde trabaja su esposo, laboraban junto con el matrimonio en la edificación de las dos habitaciones que perdieron.
Estos esfuerzos reconstructivos iniciales no solo eran apreciables en las casas independientes, sino también en varios de los edificios multifamiliares que perdieron techos y paredes de sus pisos superiores, en cuya reposición participan fuerzas constructoras especializadas con equipos pesados de izaje.
Casi frente a su vivienda devastada, en el establecimiento de belleza donde Ivón es peluquera, ahora despachan los abastecimientos de la bodega del barrio, pues el anterior perdió toda su cubierta.
También los mercados industriales y los quioscos de venta de alimentos estaban abiertos en esta mañana dominical, y las fuerzas técnicas para restituir la electricidad a los hogares que aún restaban por el servicio, así como de la telefonía, proseguían su faena en calles ya mucho más despejadas de escombros.
Similar ambiente de recuperación y laboriosidad era apreciable en no pocas de las zonas más afectadas por el inédito fenómeno meteorológico, lo cual Trabajadores pudo constatar en recorrido por los municipios de Diez de Octubre, Regla y Guanabacoa.
Luis Ramos, jefe de operaciones de la Organización Básica Eléctrica de Boyeros, impartía las indicaciones a los nueve grupos de trabajo con 36 linieros que acometían los arreglos finales, cuadra por cuadra, casa por casa, para solucionar las interrupciones puntales del servicio que quedaban en Regla, municipio donde el 98 % de sus pobladores ya contaban con el fluido eléctrico, según una funcionaria del gobierno local. “Hoy tenemos que terminar”, aseguró Ramos.
Como si fuera cualquier día laborable, las personas damnificadas acudían también a las Oficinas de Trámites, para recibir explicaciones y definir, de acuerdo con los dictámenes técnicos de los daños en sus viviendas y la capacidad económica de cada núcleo familiar, el monto y la forma del financiamiento de los materiales de la construcción ya disponibles en los puntos de venta, para así comenzar a acometer los arreglos necesarios.
“Después de una semana, ya con agua y electricidad en la mayoría de los casos, estas familias comienzan a gestionar y actuar para la reedificación de sus casas, y nuestro objetivo es orientarlas y brindar la información precisa”, explicó Joel Queipo Ruiz, miembro del Buró Provincial del Partido en la capital, al frente de unos 200 dirigentes de las organizaciones políticas y de masas de la provincia, que este domingo tenían como objetivo volver a visitar al 100 % de las personas damnificadas.
La disponibilidad de corriente, las condiciones de la vivienda y su habitabilidad, incluida la posibilidad de cocinar y dormir en ellas, eran algunos de los aspectos a chequear nuevamente, junto con cualquier otro problema.
“Son visitas de alta sensibilidad, donde también brindamos información práctica sobre la ubicación de las Oficinas de Trámites y demás servicios habilitados en la comunidad, así como los materiales de la construcción que ya están disponibles en los cercanos puntos de venta, e incluso las facilidades previstas por los gobiernos municipales para su transportación hacia las casas”, añadió Queipo.
Como despedida, nos fuimos de Regla entre los gritos de ¡viva! y los aplausos de las trabajadoras del círculo infantil Los peloteritos, en aliento a los vecinos que acarreaban hacia la calle el último poste caído en su patio.
SOMOS CUBA, SOMOS FIDEL. MI APOYO TOTAL A LOS HERMANOS HABANEROS. ESTO FUE LO QUE NOS ENSEÑÓ FIDEL A SER SOLIDARIOS A NO DEJAR ABANDONADO A NINGÚN HERMANO.