Inmediatamente después del paso del tornado que azotó la capital en la noche del domingo 27 de enero, llegaron a nuestro sitio web comentarios que expresan la confianza y la seguridad en que el Estado cubano se preocupa por su pueblo y no deja a nadie desamparado.
Baste un ejemplo para demostrar ese sentimiento. Dijo una internauta que firmó Beatriz: “Increíble el desastre, tristes las fatalidades y los heridos, la destrucción. Pero cómo nos enorgullecemos de ver a nuestro Presidente caminando hasta donde estaba el problema, en la oscuridad, y rodeado de sus compañeros de batalla. Hay que seguir adelante. Este desastre no puede con nosotros. Seguimos con usted. A reconstruir La Habana, más linda, más cubana”.
La catástrofe se produjo en la víspera del natalicio del Apóstol, que en su labor revolucionaria tuvo que enfrentar innumerables obstáculos y nada lo pudo apartar de las grandes metas que se había fijado en su vida. Así nos hemos educado los cubanos, por eso pensamientos como este de Martí nos alientan a seguir adelante, sobreponiéndonos a la furia de la naturaleza.
“(…) cuando se tiene los ojos fijos en lo alto, ni zarzas ni guijarros distraen al viajero de su camino; los ideales enérgicos y consagraciones fervientes no se merman en un ánimo sincero por las contrariedades de la vida”.
El enemigo no puede ocultar su disgusto por la aceptación del pueblo a su nueva dirigencia revolucionaria, que en estos días, acompañada de los ministros, se ha ganado admiración y respeto por estar en el momento y lugar precisos, sintiendo los problemas como suyos y con la voluntad de acometer su solución sin pérdida de tiempo.
No pueden negar la profunda gratitud de los damnificados al ver transitar por sus calles a las máximas autoridades partidistas y de gobierno de la provincia y los municipios, y la satisfacción al escucharle decir al primer secretario del Partido en la capital Luis Antonio Torres Iríbar: “Siempre, pero sobre todo en la hora difícil, el ser humano por delante”.
Otro de los encuentros del Presidente cubano con su pueblo en estos momentos aciagos, me resultó revelador. Tras manifestar su preocupación por los que habían resultado afectados, llamar a la sensibilidad y a que las labores de recuperación se hicieran bien y con prontitud, del grupo de personas reunidas en torno a él brotaron vivas a su nombre y una habanera, emocionada, gritó una frase en la que sentí sintetizada la necesaria continuidad de la obra: ¡Fidel está contigo!
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …
Es verdad: «FIDEL ESTA CONTIGO» y SU PUEBLO TAMBIEN, SI ASI QUE COMO DIJO CAMILO Y REPETIRIA HOY:»VAS BIEN MIGUEL»