El reconocido artífice de la plástica Ernesto Milanés Ruiz, se encuentra inmerso en la preparación de una exposición de pinturas y humidores artísticos que presentará en febrero de este año en Beirut, Líbano, así como en un monumento en bronce a una célebre figura de la cultura cubana, el cual tanto él como el hijo de esta, quieren preservar como sorpresa hasta el día de su inauguración.
La muestra en el Medio Oriente está prevista para el mes de febrero próximo, luego de la participación del creador en el Festival del Habano, en el cual es recurrente su presencia.
Entre los lienzos que llevará al Oriente Medio se encuentran varios pertenecientes a su serie de personalidades mundiales; así como otros recreados en equinos (emblemáticos dentro de su vasta producción, y otras composiciones que sobresalen por el excelente uso de los pigmentos, la limpieza y seguridad de los trazos y una expresividad que casi siempre parte de las esencias expresivas de la cultura insular.
En sus humidores, este artista crea un diálogo entre el pasado y el presente, entre la tradición y la modernidad, entre el arte y la utilidad. En sus composiciones se fusionan diferentes estilos y técnicas, de los cuales se perfilan muchas de las ideas que luego conforman estos suntuosos muebles, cuyas excelencias fueron certificadas por el eminente cultivador de tabaco de Cuba Alejandro Robaina Pereda (Alquízar, La Habana, 20 de marzo de 1919 – San Luis, Pinar del Río, 17 de abril de 2010)— en cuyo honor se creó en 1997 la marca Vegas Robaina— quien afirmó: “Para mí, los mejores humidores los hace Ernesto Milanés, lo digo yo, su padrino…”
No es posible establecer fronteras entre el alcance utilitario de los humidores y la obra de arte que en sí conforman. Entre ambos sentidos se establece enjundiosa conciliación en la que la intencionalidad lúdica del artífice también pone a prueba la capacidad de interacción interpretativa del espectador, en ocasiones engañosamente atraído por la proyección de figuras que a primera vista asume en correspondencia con las referencias o semejanzas que le sugieren sus experiencias personales.
Sus humidores derivan en fantasiosos discursos plásticos en los que igualmente se observan estudios experimentales sobre la manipulación de distintos materiales —bronce, madera, molduras, cristal, algunos de ellos reciclados—, los cuales introduce en estos proyectos que de diferentes maneras están relacionados con asuntos inherentes a nuestra historia, con alegorías o signos que representan cubanía o con temas tan universales como el desarrollo de la producción tabacalera en la Isla.