Nada como los viejos fogones de leña de la UEB Cárnica Frank País García, en el municipio holguinero del mismo nombre, simbolizan la eficiencia a ultranza del colectivo obrero de esa fábrica, cuya carencia tecnológica no ha sido jamás un pretexto para hacer menos, sino un aguijonazo a la voluntad para hacer siempre un poco más.
Reidel Cuba Lamorú, hornero principal de los productos cárnicos, sabe como nadie el calor que se aguanta para cocinar, a fuego vivo y no mediante una caldera moderna, el jamón, la morcilla, el lacón, la mortadella nobel o la croqueta; pero aún así llega todos los días a las seis de la mañana y “después de preparar la leña, ya sea bajo sol o lluvia, mis compañeros y yo nos ponemos a trabajar para garantizar la comida al pueblo”, dice.
Mediante la perseverancia de sus 91 trabajadores y la guía certera del cuerpo de dirección, que fiscaliza constantemente el proceso productivo y asegura el control interno para mantener a raya el delito, la UEB, perteneciente a la Empresa Cárnica Holguín, cosecha resultados y se posiciona entre las de mayores indicadores de eficiencia en el país, esfuerzo que la llevó a obtener la condición de sede nacional para cerrar la jornada por el Día del Trabajador de la Industria Alimentaria, a celebrarse el próximo 25 de enero.
Ángel Naranjo Aguilera, director de la entidad, refiere que en el 2018 la fábrica obtuvo dos mil 831 toneladas de las diferentes producciones, 389 por encima de lo planificado, que en su totalidad fueron destinadas a la canasta básica, la merienda escolar y el consumo social de los municipios Frank País, Sagua de Tánamo y Moa.
“Hoy nos sentimos insatisfechos con lo que le ofrecemos al pueblo, que se merece y necesita mucho más. Somos una UEB que dependemos de una materia prima que no siempre se tiene a nivel de fábrica, como el ganado, el cerdo, la harina, la soya, de los cuales hay déficit a nivel de país; pero cuando tenemos abastecimiento todo los trabajadores se esfuerzan y a la hora que se convoquen vienen, dan el paso al frente y se saca la producción”, refiere.
Como un lema para conquistar la eficiencia, el directivo señala que entre sus trabajadores impera el pensamiento que, si bien la red tiene sus conocidos cuatro cuartos, “siempre decimos que tiene un quinto cuarto, que no es más que el extra de carne que se le puede sacar mediante un mejor trabajo de deshuese”. Además, apuestan por nuevas producciones, como la de ahumados, incorporada hace poco tiempo y de la cual en apenas seis meses obtuvieron 16, 6 toneladas, con gran aceptación en la población.
Pero el reto mayor de la industria reside, sin embargo, en sortear la precariedad tecnológica. Por suerte la unidad cuenta con tres aniristas, entre los que destaca el electricista Román Fernández Viñal, quien fue homenajeado a inicios de año como personalidad destacada de la provincia por parte del Gobierno y el Partido del territorio.
Este “gurú” de las innovaciones, como bien podría llamársele, subraya que “siempre estamos innovando porque hay que tirar con los equipos que tenemos y no se puede parar la producción. Por ejemplo, hace pocos años no teníamos una máquina peladora de cerdo y en el área de mantenimiento nos dimos a la tarea de construirla, tomando experiencia de otros lugares. Con ella ahora podemos llegarle a mayores niveles de sacrificio”.
El colectivo del Frank País, descuella entre todos los que conforman la industria alimentaria de Holguín, sector que al decir de Magalis Robert, directora de la Empresa Cárnica de Holguín y coordinadora del Minal en la provincia, se ha visto desde finales del 2018 muy afectado por el déficit de harina de trigo, pero aún así no deja de trabajar con ahínco y énfasis en la calidad, para sacarle el máximo a los recursos con que se cuenta.
Elizabeth Mulet, secretaria general del sindicato de la Industria Alimentaria y la Pesca en Holguín, asegura que hay mucha disposición entre los más de 10 mil afiliados del sector, que este año deberán continuar buscando alternativas para explotar las reservas de eficiencia y mantener su lucha contra el delito y la corrupción.
Es de saludar este trabajo peridistico de la Sra.Lianne Fonseca Diéguez, y sobre todo por las fotos que a tenido a bien de ser publicadas.
Llama a la atención y debe de alertar a todos, las evidentes negligencas, como el no respecto de protocolo de higiene,que se aprecian en las fotos.
Hay que ser riguroso en el cuidado y respecto de las reglas sanitarias, cuando se trata de alimentos para el consumo humano.
Un saludo fraterno.
Es verdad tu planteamiento pero la escencia de la periodista es la respuesta que estos trabajadores aportan con su esfuerzo y dedicación a las limitaciones que tiene el pais.