Con el orgullo del deber cumplido y colmados de historias que estremecen corazones, arribó este martes a Cuba un grupo de 204 colaboradores de la salud que participaron en el programa Más Médicos, promovido por la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff en el 2013.
El recibimiento lo encabezó Susely Morfa González, Primera Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y miembro del Consejo de Estado y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien estuvo acompañada por Gissel Marrero Padrón, funcionaria de la oficina del Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, Alfredo González Lorenzo, Viceministro de Salud Pública e Ileana Morales Suárez, Directora Nacional del Ministerio de Salud Pública.
En nombre de los recién llegados la doctora Esperanza González expresó la significación que tuvo para los profesionales cubanos y el pueblo brasileña esta hermosa misión. “Regresamos a nuestra isla bella con la satisfacción del deber cumplido, ya que ayudamos a los más necesitados. Algunos de nosotros somos de origen humilde. En casa se nos inculcaron valores que junto a la obra de la Revolución nos ha formado como fieles profesionales. Trabajamos en lugares alejados y en los cuales la palabra médico era prácticamente desconocida. Los humildes nos acogieron con amor y cariño. Su gratitud siempre nos acompañará”
González también recordó uno de los casos que más le impactó durante su estancia en Brasil. “Diagnostiqué a Sara, una niña autista que con tres años no tenía tratamiento. Hoy regreso a mi Patria con la satisfacción de que la pequeña mejoró su calidad de vida y cumplí con una de las premisas de carrera: ayudar a los más necesitados”, afirmó.
Por su parte el vicetitular del MINSAP González Lorenzo agradeció el esfuerzo y el humanismo brindado a los humildes. “Su voluntad y profesionalidad ratificaron el nivel de la medicina cubana. Ustedes brindaron salud y afecto sin importar el estrato social. Decididos a brindar los servicios y asumir los riesgos que fueran necesarios. Su labor dejó una huella inolvidable, pues nuestros principios son firmes y humanistas como los fueron Martí, Maceo y Fidel”, aseveró.
Triunfó el humanismo
Liunet Estrada regresó con muchas historias en su mochila. Algunas de las más llamativas tienen el mismo título, solidaridad.
“Dejamos un pueblo muy cariñoso y humano. Nunca habían recibido los beneficios de la salud pública. Por vez primera se vieron tratados como seres humanos. Siempre nos lo recordaban y agradecían. No entendían como era posible que tuviéramos que regresar. Les dolió, pero comprendieron que no estaba en manos de Cuba revertir esa lamentable situación. A nivel personal fue un reto. Tuve que abandonar a mi familia y enfrentar situaciones complejas. Al final me quedó con lo maravilloso de mí profesión, humanista, profesional y solidaria”, aseguró.