Jorge Luis Coll Untoria, estudiante de Periodismo
La selección nacional de fútbol de Cuba derrotó 1-0 a su similar de República Dominicana en la tercera fecha de la Liga de Naciones de Concacaf y consiguió su pase para disputar la Copa de Oro, que se efectuará el venidero año en los Estados Unidos.
En un choque trabado, en el que ambos conjuntos lucharon por adueñarse del centro del campo, los Leones del Caribe dispusieron de varias ocasiones que no pudieron concretar y casi se cumple el más famoso refrán deportivo: “si no lo haces, te lo hacen”, de no ser por dos fenomenales atajadas del arquero Sandy Sánchez.
Aunque los cubanos se adueñaron completamente del partido en la segunda parte, les resultaba imposible traducir ese dominio de la pelota en goles y no fue hasta el minuto 83, cuando parecía que el encuentro terminaría en tablas, que el capitán Yordan Santa Cruz aprovechó un rebote en el área rival y consiguió batir al quisqueyano Miguel Lloyd, luego de una jugada por derecha iniciada tras un brillante pase en profundidad de Andy Baquero.
Raúl Mederos, director técnico cubano, dijo en rueda de prensa que los muchachos habían jugado un buen partido, transmitieron confianza y cumplieron con el objetivo de llevarse los tres puntos.
El camino transitado hasta ahora ha sido impecable, superando a rivales cada vez más complicados —Islas Turcas y Caicos (11- 0), Granada (2-0)— y mostrando una buena efectividad.
De esta manera, Cuba se medirá ante Haití en la próxima fecha con la ilusión de ascender al nivel A de la Liga de Naciones de Concacaf, pero para eso deberá perfeccionar mucho todavía y sumar nuevas cualidades a la agresividad y combatividad desplegadas.
Sin crear falsas expectativas, este equipo ilusiona, y lo bueno es que el panorama podría ponerse mejor si finalmente se logra, como sucede en todo el mundo, que los jugadores militantes en ligas foráneas lleguen a vestir la elástica de la selección.
Negarse al progreso solo trae retraso; y Cuba, capaz aún de entusiasmar a sus seguidores pese al terreno perdido, merece abrir las puertas al futuro con la total intensidad que puede disponer, por su fútbol y también por esos miles de aficionados que acudieron este sábado al estadio Pedro Marrero y no pararon de gritar.