Cómo ser mejores representando a los trabajadores, cómo contribuir al crecimiento económico del territorio e incrementar, también “el bolsillo” fueron las interrogantes que se respondieron los 250 delegados que asistieron a la Conferencia XXI Congreso de la CTC en Camagüey.
Sobre el decrecimiento en la afiliación en el territorio, por múltiples causas, durante los cinco últimos años de trabajo, María Antonia Mazó, representante del sindicato de civiles de la defensa, argumentó que “para afiliar lo primero que hay que hacer es acercarse a cada trabajador nuevo y mostrarle las cosas buenas de pertenecer a la organización”.
El sector educacional es uno de los afectados en ese sentido, ya que el éxodo profesional lacera la profesión. “Para poder evitar esta realidad se ha instaurado un programa de atención integral que incluye hasta las familias de los profesores. Si ellos se sienten bien no dejan el sector y el sindicato es necesario en eso”, aseveró Isdel Castell.
“Es cuestión de hablar, de hacer trabajo político-ideológico”, explicó Eliecer Sánchez, delegado del sector alimentario, quien contó cómo en su centro de trabajo en el Lácteo de Nuevitas a pesar de no contar con el transporte o la tecnología necesaria sus compañeros no se detienen y siguen trabajando.
“Las asambleas de afiliados son esenciales en el funcionamiento de la organización. Allí se trazan las metas y se vela el cumplimiento de los planes y podemos acercarnos al trabajador”, dijo Ideliza Saínz Leyva, del sector de la cultura. Y es que eficiencia económica que se pide, como argumentaron los presentes, radica en ellos, “en nosotros, en cada trabajador”.