Mediante el texto el Ejecutivo repudió el asesinato de tres efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana hecho ocurrido el 4 de noviembre tras un ataque paramilitar en el estado de Amazonas.
Ante los nefastos acontecimientos el Gobierno venezolano exigió a la nación neogranadina que ‘tome conciencia y se dedique a atender la gravísima crisis de seguridad que padece su pueblo’.
En ese sentido, el documento expone que ‘para Venezuela durante décadas representa una carga onerosa disponer de ingentes recursos humanos, económicos y financieros para garantizar su seguridad, procurando evitar el desborde permanente de la violencia, el narcotráfico y la criminalidad que se originan, desarrollan y multiplican en Colombia’.
‘Resulta también una insensatez sin precedentes en la relación bilateral, la reiterada negativa e indisposición del nuevo Gobierno de Bogotá para establecer y respetar los canales diplomáticos e institucionales correspondientes e indispensables, con el fin de coordinar las acciones necesarias en el tratamiento conjunto de los problemas comunes en la zona fronteriza’, manifestó la cancillería.
Asimismo, reiteró que la nación sudamericana ‘siempre estará al servicio de los colombianos para cooperar en la consecución de una paz duradera y en la coordinación de acciones, bajo el principio de responsabilidades diferenciadas, con el objetivo de garantizar una frontera común segura y estable’, concluye el comunicado.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, explicó la víspera en rueda de prensa que el ataque constituyó una represalia por la captura de nueve paramilitares colombianos por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en el barrio Escondido 3, ubicado en la zona amazónica del sur del país.
Padrino pidió al pueblo venezolano rechazar los sucesos ocurridos este domingo, al denunciar la estrategia encaminada a producir un incidente en la frontera para arreciar la escalada de agresiones contra Venezuela.
(Tomado de PL)