Ciego de Ávila.- Por séptima ocasión en línea, las estrellas veteranas de Orientales se impusieron a sus similares de Occidentales, esta vez con marcador 3-0 y el liderazgo del tunero Osmani Urrutia, impulsador de las dos primeras carreras al pegar sencillo al centro con bases llenas en el segundo capítulo, a la postre decisivas en el choque.
Más allá de describir el descontrol de Carlos Yanes que permitió llenar las almohadillas con par de boletos (Lázaro Valle había dado uno antes), o de valorar el infructuoso relevo del pinareño Jesús Bosmenier ante el llamado “hombre 400”, el encuentro permitió disfrutar del béisbol más auténtico que por años hizo las delicias de millones de aficionados. Repasemos entonces algunas jugadas o hechos, con la picardía y alegría que ellos salieron al terreno.
Los años no pasan por gusto: Juan Manrique pegó un doble al izquierdo en el segundo capítulo y cuando dobló por primera una contracción en la pierna detuvo su marcha con una molestia que le impidió continuar el juego.
Al mejor escritor se le va un borrón: un fly inofensivo que Eduardo Cárdenas no pudo capturar en territorio foul de la tercera base luego de haber fildeado centenares más difíciles en su exitosa carrera deportiva.
Nadie te conoce más que tus enemigos: Manuel Vega se reía y se empecinaba en no dar bolas, mientras Pedro Luis Lazo mandaba a que nadie le tirara recordándole que el descontrol era su mal en la época de oro que llegó a ser campeón olímpico.
Lo que bien se aprende nunca se olvida: La maestría defensiva de Roger Machado detrás del plato, el virtuosismo de Evenecer Godínez en el campo corto y la elegancia de Juan Padilla en la intermedia son postales que se conservan y deleitan por más años que pasen.
Hoy es siempre todavía: Ernesto Guevara Ramos, Lázaro Garro, Luis Miguel Rodríguez, Luis Borroto y Vicyoandri Odelín parecían tirar más duro y con más control que muchos de los lanzadores de nuestra campaña.
Dos zurdos como el vino: Luis Ulacia mantiene el tacto y la pimienta para embasarse y conectarde hit al mismísimo Pedro Luis Lazo, al tiempo que Roberquis Videaux no ha perdido su fuerza y estuvo a punto de desaparecer la esférica si no fuera porque el aire hizo los suyo y la apartó del camino.
Este partido volvió a complacer sin bostezos ni aburrimientos. Todo lo contrario, placer, orgullo y una clara recompensa a quienes tanta gloria dieron a la pelota cubana y aún sufren y viven por ella.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
LOS “REFUERZOS” DE MATANZAS y JAPON
-1-
Muchos dirán que es “locura”
pedir refuerzos matanceros
les digo:…son peloteros
de tremenda compostura
como también la estatura
de quienes los solicitaron
que en ellos pensaron
gracias a la “sabermetría”
cinco que aquí estarían
y dos que en Japón jugaron.
-2-
Otros dos también faltaron
en esta convocatoria
de muy buena trayectoria
entre muchos destacaron
sus “guarismos” registraron
indices de calidad
en Dueñas su velocidad
sobrepaso las noventa brisas
y Blanco con cinco sonrisas
mostro superioridad.
-3-
Decir quien fue el mejor
de los “managers” al pedir
nadie lo podrá decir
lo hicieron con mucho amor
en mi Atenas, el sabor
de amargo se mostró dulce
por lo visto se deduce
había talento para clasificar
pero la “unidad” llego a faltar
algo claro a todas luces.
-4-
Mi opinión sobre el “invento”
de la ronda “japonesa”
fue una real torpeza
sin solido basamento
al no tener elementos
de los propios peloteros
solo Despaigne fue sincero
lo dijo de corazón”
“ ¡! no juego por la razón
de descansar,… compañeros ¡! ”
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EL POETA YUMURINO—22 de Octubre de 2018