La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha advertido a sus Estados miembros que es necesario que respeten sus compromisos climáticos pues los riesgos crecen, y lamenta que tres años después de las promesas asumidas en la Cumbre del Clima de París, una «aplastante mayoría» de Gobiernos no han tomado las acciones necesarias para contener el aumento de los mismos.
Por ello, en un contexto de nuevo crecimiento de emisiones de los gases de efecto invernadero (Gei) causantes del cambio climático, la OCDE urge a sus integrantes a que impongan más seriedad al abordar la cuestión, dirijan a sus países hacia un modelo bajo en carbono y dejen de invertir en infraestructuras intensivas en carbón.
Así lo recomienda la OCDE, la agrupación de países que representa el mayor peso en la economía mundial, en el documento presentado por esa organización a finales de septiembre en la ciudad de Nueva York.
El estudio denuncia que los gobiernos siguen gastando más de 424 billones de euros al año en subsidios al petróleo, al carbón o al gas y la mayoría no han roto su dependencia presupuestaria de los ingresos procedentes de esos combustibles fósiles, principales emisores de los Gei; y les imputa que están fallando a la hora de hacer un suficiente uso del gasto público como palanca para descarbonizar sus economías mediante la inversión en innovación y en infraestructuras bajas en emisiones contaminantes.
«Después de todos los compromisos de París y a pesar de tener en la mano todas las herramientas que se necesitan para avanzar, esta inercia nos pone en el riesgo de perder la guerra contra el cambio climático», alertó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Por ello ha insistido en que los Gobiernos necesitan implantar sus compromisos por completo y aumentar la acción si se quiere mantener el crecimiento de la temperatura global del planeta por debajo de 2 grados centígrados. «Nos gustaría ver a los países de la OCDE asumir el liderazgo y servir de ejemplo a los demás», apuntó Gurría.