La manifiesta actitud selectiva, politizada e incompatible con el sistema democrático que exhibe hoy la justicia en Brasil fue criticada con vehemencia por el profesor de Derecho Constitucional Pedro Serrano.
Brasil tiene hoy un sistema judicial extremadamente autoritario y que busca interferir en la democracia para alcanzar los resultados deseados e incumplir con la Constitución, sostuvo Serrano al comentar la decisión del juez Sergio Moro de levantar el secreto sobre parte de una delación premiada del ex ministro Antonio Palocci.
A juicio del catedrático, “eso es señal de que hay un deseo de interferir en el resultado electoral” resultante de los comicios del 7 y el 28 de este mes.
En ese sentido, estimó interesante cómo el sistema judicial no permite entrevistar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso político desde el pasado 7 de abril, porque presuntamente ello interferiría en los comicios, mas no se preocupa por asegurar el secreto de una delación que todavía no fue investigada adecuadamente.
Moro, cabecilla de una obstinada persecución judicial contra Lula, quebró ayer el sigilo sobre parte del testimonio del ex ministro Antonio Palocci – que fue rechazado por el Ministerio Público por falta de pruebas – con el propósito de dañar la imagen del ex dignatario, del Partido de los Trabajadores y su candidato Fernando Haddad.
La decisión del juez federal de Curitiba fue censurada también por la depuesta mandataria constitucional Dilma Rousseff, quien la catalogó de aterradora, sobre todo por producirse en momentos cuando el pueblo brasileño se prepara para elegir el presidente de la República, gobernadores, senadores, y diputados federales y estaduales.
En una nota difundida poco después de conocerse la determinación, la Comisión Ejecutiva Nacional del PT, por su parte, acusó al togado de Curitiba de entorpecer nuevamente, de manera arbitraria e ilegal, el proceso electoral en Brasil.
El nombre de eso es negocio político y no tiene nada que ver con la búsqueda de la verdad ni con el debido proceso legal, subrayó el comunicado y recordó que en agosto pasado el propio Moro postergó dos declaraciones que debía realizar Lula para, supuestamente, evitar la “explotación electoral” de los interrogatorios.
Al respecto, remarcó que Moro censuró la voz de Lula y ahora, a una semana de las elecciones, divulga acusaciones falsas contra él, basadas en un viejo testimonio forjado para incriminar al PT, sin darle siquiera derecho de defensa.
La declaración petista catalogó la nueva maniobra judicial como una vergonzosa artimaña y una prueba más del desespero de quienes en los últimos años utilizan el aparato del Estado brasileño para intentar destruir al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y al Partido de los Trabajadores.
Al comentar la intromisión de Moro, uno de los abogados de la defensa de Lula, Cristiano Zanin Martins, coincidió en que ésta tuvo como claro objetivo causar efectos para Lula y sus aliados y reforzó también el carácter político de los procesos judiciales y de la injusta condena que le fue impuesta al ex dignatario.
El propio juez reconoce que no podrá tomar en consideración el testimonio de Palocci en el juzgamiento de la acción penal, pues la hipótesis acusatoria fue destruida por las pruebas constituidas en los autos, inclusive por laudos periciales, además de que la delación fue recusada por el Ministerio Público, reforzó el letrado.
(Tomado de PL)