Resulta una verdad incontrovertible que el polígrafo cubano don Fernando Ortiz, desde su más temprana juventud, desarrolló una activa e incansable lucha contra el racismo, ese flagelo que ha ensombrecido, a lo largo de los siglos, la historia de la humanidad y que aún, lamentablemente, lacera al mundo contemporáneo.
El engaño de las razas, como se conoce, es uno de esos medulares ensayos relacionados con un tema que le preocupó, y ocupó, durante su largo y fructífero ejercicio intelectual, que lo convierten en una figura imprescindible en los estudios vinculados con la identidad de la nación cubana.
Existen, sin embargo, otras investigaciones, ensayos y artículos menos conocidos, firmados por Fernando Ortiz antes y después de la citada obra, en que también se muestran sus reflexiones sobre el mito de las razas y acerca de las diversas maneras en que se manifiestan los racismos.
Reflexiones que ahora aparecen en el volumen titulado Fernando Ortiz contra la raza y los racismos (Editorial Ciencias Sociales, 2013, 296 pp.), en que los doctores Jesús Guanche Pérez y José Antonio Matos Arévalos agrupan 11 textos fechados durante más de cinco décadas, entre 1910 y 1964.
Al presentar esta selección, Guanche Pérez y Matos Arévalos escriben:
“Durante más de medio siglo Fernando Ortiz ejerció una amplia campaña de investigación, propaganda y acción a favor de la causa antirracista, cual un enérgico apostolado en pro de la ciencia y contra el terrible mito de las ‘razas’. Trató de persuadir para convencer, de enseñar para abrir el entendimiento sobre la unidad de la especie humana, independientemente de las múltiples variaciones físicas y culturales como resultado de la amplia capacidad adaptativa y transformadora del ecosistema”.
Uno de los estudios reunidos, titulado Martí y las razas, reproduce la conferencia dictada por el autor de Los negros brujos, en 1941, en un ciclo organizado por la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales en homenaje al Héroe Nacional. Sustancial y reveladora indagación en que se afirma:
“El cubano José Martí, como todo hombre, no era sino una gota de sangre, de las sangres derramadas en todos los cruces donde las parejas en amor clavaron su humanidad eterna, y, además, como todo genio, llevaba en su mente la esencia de todos los mestizajes de las ideas, las cuales se engendran en los abrazos de las culturas del mundo.
“¡Que ante los peligrosos problemas de los racismos, todos los cubanos sean inspirados siempre en las enseñanzas y las emociones de José Martí! Con razón su pueblo le llama Apóstol. Él nos dio la doctrina amorosa y sabia, nos la santificó con su sacrificio y desde su gloria de salvador sigue protegiendo a Cuba; más ahora, en estos tiempos de recolonizadoras agresividades, cuando tantos extranjeros tenebrosos, los enemigos que Martí tuvo siempre, quieren envilecer los destinos de nuestra patria y hacernos apostatar de nuestra fe”.
Oportuna, necesaria, valiosa, la publicación de Fernando Ortiz contra la raza y los racismos, esta selección de textos que no han perdido su vigencia. Reflexiones que hoy incitan a pensar en los retos y desafíos que aún deben enfrentarse, y resolverse, por la humanidad de inicios de un nuevo siglo y milenio.