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De acuerdo con el criterio de expertos, las precipitaciones pueden causar inundaciones repentinas en varios lugares de los territorios mencionados.
El evento climatológico, el séptimo de su tipo de la actual temporada ciclónica del océano Atlántico, tocó tierra anoche cerca de la frontera entre Alabama y Mississippi para avanzar este miércoles hacia el interior del país.
La oficina del alguacil del condado de Escambia, Florida, informó que cuando los vientos exteriores de la tormenta azotaban la costa del golfo de México, un árbol cayó sobre una casa móvil en la ciudad de Pensacola y provocó la muerte de un niño.
Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes, el sistema estaba a unos 40 kilómetros al sur-sureste de Jackson, Mississippi, y sus vientos máximos sostenidos tenían una velocidad de 56 kilómetros por hora.
Reportes de prensa divulgaron que unos 35 mil hogares y negocios carecían de electricidad en Alabama y Mississippi, y la Agencia de Manejo de Emergencias en el último estado solicitó a residentes del sur mantenerse preparados para la evacuación.
Cada temporada ciclónica en el Atlántico se prolonga del 1 de junio al 30 de noviembre, y durante la presente se han formado ocho tormentas tropicales, de las cuales Beryl, Chris y Florence, que avanza ahora por el centro del océano, se convirtieron en huracanes.
