“Tengo el privilegio de presentar el libro Jesús Lara Sotelo: el artista de las posibilidades, una suerte de trabajo muy abarcador, realizado por Cira Romero, ensayista, Investigadora y crítica literaria, miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua y que tiene la ventaja de presentársenos en dos soportes: en el soporte de papel y en digital”.
Así expresó el poeta Edel Morales, director del Centro Cultural Dulce María Loynaz, principal espacio institucional de facilitación a la creación y promoción de autores con que cuenta el Instituto Cubano del Libro durante la actividad de promoción del más reciente título del prolífico creador, también pintor, grabador, ceramista, videasta, de quien se dio a conocer, en calidad de primicia su obra Bullying, “el último libro de poemas de Lara, dentro de una amplia producción editada e inédita a cargo de Alberto Marrero, poeta, narrador, Premio Nicolás Guillén y amigo del artista. Es por tanto un momento de privilegio para esta sala y para este centro poder compartir además con tantos amigos de una visión bien informada sobre la obra de Lara en parte, y sobre la poesía y la literatura cubana en general, mucho más amplia”.
El volumen exhibido en el Centro Loynaz reúne 70 críticas y textos de diversas extensiones, lo cual hace de Jesús Lara Sotelo: el artista de las posibilidades, una valoración crítica , que junto con los textos del artista Poemas de Berlín y el cuaderno de aforismos El escarabajo de Namibia, publicados por la editorial Punto Rojo, cumplen un ciclo de presentaciones fuera de Cuba que deberá sumar lectores a la obra de Lara, de quien solo esperaremos nueva poesía y nuevas rutas para el conocimiento del hombre a través del arte.
En sus palabras, Morales precisó que “el protagonista de hoy, quien no solo ha desarrollado una obra vasta y sólida en varios campos, sino que además ha potenciado también una manera de ver el arte, de tratar de conectar la literatura desde otros ámbitos con sus públicos, que pueden ser el contacto directo, que puede ser a través del audiovisual, pero puede ser también en las redes sociales, donde su propia página tiene una distinción en términos de diseño y proyección que la hace específica dentro del campo de las páginas en redes sociales de los artistas y otros intelectuales cubanos”.
La reconocida poetisa y ensayista Lina de Feria, una de las voces más influyentes de su generación, dijo: :El arte es un cáliz, y Jesús Lara Sotelo bebe de ese cáliz. La trayectoria de su obra no se limita a que ha ido adquiriendo sentido cosmopolita, con un lenguaje profundamente paradigmático. Lo interesante es que en el caso de Sotelo lo cosmopolita ha residido el “encausto de la sangre”, como diría Mirta Aguirre, porque la fuerza está a veces en la negatividad de sus discursos. Ahí está la fuerza, en la contradicción.
“Nada que no sea contradictorio —agregó— tiene sentido, porque igual que a todos una línea de vellos nos divide el cuerpo, estamos divididos en el bien y el mal. No hay otra opción.
“Entonces, Lara Sotelo crea desde una impunidad extraordinaria versos concatenados que lo hacen a uno reflexionar sobre los problemas más trágicos que están ocurriendo en este momento. Él es del momento, no es del pasado. Él está reaccionando continuamente ante fuerzas que como aires polares le enjuagan la mentalidad y lo llevan a crear metáforas de una crudeza extraordinaria, y yo me pregunto ¿qué es la vida sino la crudeza exactamente del polo que se deshiela, hay otra alternativa? No hay otra alternativa, la alternativa es lo ecológico. Y yo señalando esto: he aprendido de Lara que su crudeza tiene que ver también con un afán de desenmascarar como con un ácido penetrante la ambigüedad que tenemos en nuestra existencia, porque nada está perdido, y todo está perdido ya”.
La prestigiosa escritora e investigadora cubana, ganadora del Premio Casa de las Américas en 2011, Zuleica Romay, puntualizó que todas esas cosas que se han dicho “de la poesía de Jesús, que algunas fueron nuevas para mí, tienen que ver con la capacidad que él tiene de moverse de un tipo de lenguaje a otro. Yo creo que, si él no tuviera tantas inquietudes artísticas, aparentemente inconciliables, y él no tuviera la facilidad de moverse del discurso visual, al literario, al musical, él no escribiría la poesía que escribe. La poesía que él escribe tiene que ver con su talento, pero tiene que ver también con la multiplicidad de discursos que él maneja. Eso en la literatura cubana de hoy es una verdadera rareza”.
Por su parte, la autora del libro Jesús Lara Sotelo: el artista de las posibilidades, dijo que este es un “título que me corresponde totalmente y realmente ha tenido buena fortuna porque Lara es el artista de las posibilidades. Yo siempre digo que Lara es una fuerza de la naturaleza, puede ser un huracán, un ciclón, o un temblor de tierra, un tsunami, y por ahí para allá pero todo en positivo ¿no?, porque todas estas desgracias que he mencionado de ningún modo se las podemos pronosticar a Lara, quien es un hombre con una voluntad de hierro y con un hacer que no tiene límites.
“En el prólogo que le hago —añadió— al libro que titulé Extrañezas, emociones y escamoteos: la obra literaria de Jesús Lara Sotelo, hago alguna referencia a esto, de cierto modo justamente diciendo todo ese vigor ya que para Lara no hay fronteras y todo es posible. Pero, además, las fronteras qua haya podido haber y de hecho las hubo, él las supo manejar muy bien y dejar a un lado las que no eran positivas, las que no eran buenas, y seguir adelante con su obra, tanto desde el punto de vista literario como su obra pictórica.
Lara es un hombre lo digo en el prólogo, que todos los días corre 8 kilómetros, cuatro para alla y cuatro para acá, por la avenida Malecón”.