La ciencia ha logrado describir con exactitud el genoma del trigo, un resultado que permitirá elevar la producción del demandado alimento a la vez que facilitará la adaptación de las cosechas futuras a los desafíos climáticos que enfrenta nuestro planeta.
El trascendente estudio fue realizado durante 13 años por un grupo de más de 200 científicos pertenecientes a 73 instituciones de ciencia en 20 países, y sus resultados publicados este agosto por la revista especializada Science.
El trigo es el alimento básico de más de un tercio de la población mundial, representa casi el 20 % del total de calorías y proteínas consumidas por los seres humanos —más que cualquier otro alimento—, y sirve como una importante fuente de vitaminas y minerales. Se calcula que se destinan 220 millones de hectáreas a la producción del cereal.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la producción de trigo deberá crecer más de un 50 % para el año 2050 a fin de responder al aumento de la población mundial, que llegará entonces según estimaciones a 9 mil 600 millones de personas. Ello implica que la productividad del trigo debe aumentar en un 1,6 % cada año, incremento que debe lograrse en su mayor parte a través de la mejora de los cultivos.
La investigación allanará el camino para la producción de variedades de trigo mejor adaptadas a los desafíos del cambio climático, y posibilitará que los agricultores puedan alcanzar con mayor rapidez mejores resultados en sus plantaciones, en cuanto al rendimiento, la calidad del grano y la resistencia a las enfermedades, sequías y altas temperaturas.
Ello significará elevar la disponibilidad del alimento sin comprometer nuevas tierras para su producción y a la vez contribuir a resguardar la biodiversidad, el agua y los nutrientes, todo lo cual favorece la preservación de los recursos naturales en nuestro planeta.
| Con información de EFE y BBC