Por: Yimel Díaz Malmierca y Amalia Ramos Ivisate
A propósito del Día Internacional para el Recuerdo del Comercio de Esclavos y su Abolición (23 de agosto)
Un video publicado por medios de comunicación, y compartido en diversos espacios de la web, reveló que en pleno siglo XXI existen seres humanos que piensan a otros como mercancía, y barata. El audiovisual, realizado por una cadena noticiosa, muestra una subasta de personas en un lugar cercano a Trípoli, capital de Libia: “¿Alguien necesita un excavadora? ¡Es un hombre grande y fuerte, cavará bien!”, se escucha decir. Hay varios compradores que van mejorando su oferta. Finalmente el negocio se cierra por 600 dinares libios (cerca de 440 dólares estadounidenses) y el esclavo cambia de propietario.
Un reporte similar fue realizado por CNN en octubre del 2017 donde quedó expuesto un tipo de comercio ilícito con seres humanos (ver vídeo). Tal suceso resulta común en los mercados libios, pero organizaciones internacionales han denunciado que las principales víctimas son refugiados de África Central, quienes en su intento de llegar a Europa quedaron atrapados en las redes de trata y tráfico de personas. La situación se ha agudizado luego de la guerra que contra esa nación iniciaran Estados Unidos y sus aliados, la cual culminó con el derrocamiento del Gobierno de Muamar al Gadafi en el 2011 y la instauración allí del caos.
Epidemia global
La organización de defensa de los derechos humanos Walk Free Foundation asegura que en el mundo hay 40,3 millones de personas atrapadas en versiones modernas de esclavitud. Tal cifra es un 28 % más alta que la del 2014 y el mal se ha extendido a 167 países, donde existe alguna forma de esclavitud.
El reporte de Walk Free, publicado en el 2017, hace un balance del 2016, señala que 24,9 millones de personas fueron víctimas de trabajo esclavo (en su mayoría en casas particulares, pero también en fábricas, en la construcción, en el campo, en las minas e incluso en la mendicidad) y unos 15,4 millones de matrimonios forzosos.
Por otro lado, el 51 % son personas que trabajan solo para pagar deudas y el 25 % del total son menores de 18 años. Una de cada cuatro víctimas de la esclavitud es un niño o niña, es decir, unos 10 millones de personas. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) dice en otro estudio que millones de mujeres y niñas son vendidas para que sirvan de esclavas sexuales.
Human Rights First denunció que la trata y el tráfico humano es uno de los negocios más rentables del mundo pues deja unos 150 mil millones de dólares en ganancias a los delincuentes.
Esclavos en Latinoamérica
Según el citado informe de Walk Free, en asociación con las organizaciones internacionales del trabajo y para las migraciones (OIT y OIM), en México existen 376 mil 800 personas (0,3 % de la población) en condiciones de esclavitud moderna, mientras que en República Dominicana se reportan 104 mil 800.
En Brasil el presidente Michel Temer agravó la situación luego de que el pasado octubre aprobara una reforma sobre el trabajo esclavo, donde se modificaron algunas normas, lo cual ha dificultado los procesos judiciales contra los empleadores acusados de esa práctica.
De acuerdo con cifras del Ministerio Público del Trabajo y de la Comisión Pastoral de la Tierra —órgano de la Conferencia Nacional de Obispos del gigante sudamericano que se ha destacado en la lucha por los derechos de campesinos e indígenas—, más de 50 mil personas fueron liberadas de condiciones de esclavitud desde 1995 hasta la fecha. Los estados donde más casos se han desenmascarado son Mato Grosso do Sul, Pará, San Pablo, Minas Gerais y Bahía. Allí se ubican grandes proyectos agropecuarios, mineros y textiles que sustentan parte de sus ganancias en la nulidad del pago a la mano de obra.
Principales víctimas: mujeres y niños
Las niñas y las mujeres representan el 71 % de las víctimas de esclavitud, incluyendo el 99 % de aquellas que están en la industria del comercio sexual y el 84 % de las que son obligadas a casarse.
Los niños suman casi el 37 % del total de quienes son obligados a casarse, así como el 18 % de las víctimas de trabajos forzosos y el 21 % de explotación sexual.
El tiempo promedio de esclavitud, según el estudio de Walk Free, oscila entre los casi dos años (en los casos de explotación sexual) hasta pocos días (en algunas formas de trabajos impuestos por los Estados).
En este último caso se hallan cerca de 4,1 millones de personas, quienes laboran en agricultura o construcción para impulsar el crecimiento económico. La cifra también incluye a los jóvenes reclutas obligados a hacer tareas no militares, y a prisioneros violentados a trabajar en cárceles privadas.
Esfuerzos y alternativas
El informe citado destaca el “progreso significativo” en algunos países por las medidas adoptadas. Reino Unido, por ejemplo, aprobó una ley sobre la esclavitud moderna que penaliza a quien la vulnere con cadena perpetua; y en Estados Unidos se modificó otra que prohíbe la importación de bienes en cuya fabricación hayan participado menores de edad. No obstante, en los medios de comunicación de ambos países se siguen denunciando horrores de ese tipo.
Esta realidad verifica que no basta el soporte legal, es preciso hacerlo cumplir tomando en cuenta los conflictos migratorios y las fragilidades de la jurisprudencia acerca del tema, dos de las aristas más agudas. Tal como ha pedido el secretario general de las Naciones Unidas António Guterres, se precisan acciones “urgentes” para combatir el tráfico de personas y los abusos que sufren muchos migrantes y refugiados alrededor del mundo: “Es nuestra responsabilidad colectiva detener estos crímenes”, sentenció.
Otros aspectos de interés
- La esclavitud actual es el trabajo forzado que envuelve restricciones a la libertad del trabajador, donde está obligado a prestar un servicio, sin recibir paga o un valor insuficiente para sus necesidades; y las relaciones de trabajo siempre son ilegales y clandestinas.
- Walk Free Foundation es una organización global que lucha contra la esclavitud moderna, genera investigación de alta calidad sobre el tema para impulsar el cambio en aquellos países e industrias victimizadoras y para crear conciencia sobre la naturaleza compleja y a menudo oculta de la esclavitud moderna.
- Los países con la tasa de esclavitud moderna más reducida son Nueva Zelanda, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Suiza, Austria y Suecia.
- El 28 de septiembre del 2015 el Gobierno de Cuba depositó en la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) el instrumento de ratificación del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm.182) y se convirtió en el Estado número 180 en adherirse. El instrumento insta a la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluida la esclavitud, la trata, la utilización de niños en los conflictos armados, la prostitución, la pornografía o la realización de actividades ilícitas (tales como el tráfico de estupefacientes), así como su empleo en trabajos peligrosos. Anteriormente la nación antillana había suscrito los convenios sobre el trabajo forzoso (núm. 29), el 20 de julio de 1953; y el de la abolición de este (núm. 105). El país ha suscrito en total 90 convenios y un protocolo de la OIT.
Y en Cuba?
Los/médicos/y cooperantes que tenemos por el mundo donde solo perciben el 25% de lo/que que pagan por su trabajo, también es una forma de esclavitud moderna,gusteno o no nos guste,los obreros de la construcción que cobran una miseria comparado/con los constructores indios/que importamos,también es una forma de esclavitud moderna.aaah pero los cubanos tenemos educación y medico gratuito,los medicamentos los pagamos y con respecto al/salario que nos pagan son bastantes caros