Barranquilla.— Si un deporte inspira, une y es señal de triunfo para Cuba por estos días en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe es la esgrima. Su última corona de las cinco que ya le permiten ganar por naciones el evento sobrevino con el equipo de espada para damas, compuesto por Yamirka Rodríguez, Seily Mendoza y Yania Gavilán.
Las muchachas habían llegado al Centro de Eventos Puerta de Oro en la mañana con una solitaria convicción: retener el
oro de cuatro años atrás. La historia en estas lides pesaba también, pues desde que se incorporó la prueba en 1986 solo cedieron en Ponce 1993, muestra de un poderío y respeto ganado con esfuerzo, relevo generacional y talento.
Tras vencer a México en semifinales 43-39, con fuerzas reservadas para el duelo final contra Venezuela, otra vez la fiesta cubana se apoderó de la sala de competencia y cada punto de Yamirka, Seily y Yania eran acompañados de coros improvisados desde las gradas, por parte de sus compañeros de otras armas. Punto a punto, estocadas tras estocadas, victoria tras victoria, el aliento parecía un cuarto contrincante a vencer por las morochas.
No obstante, las nuestras salieron detrás en la pizarra y solo en el tercer asalto, estupendamente bien tirado por Gavilán, se comenzó a fraguar una diferencia entre tres y cinco puntos que preservó Seily y remató Yamirka con toda su experiencia y ejemplo de capitana invicta. Cuando la pizarra marcó 44-38, la conga cubana comenzó a organizarse para saltar la barrera oficial y celebrar una de las doradas que siempre estuvo en los pronósticos.
“Fue el desquite de mi competencia individual, que es una espinita que tengo guardada. Nosotros tenemos un gran colectivo, somos muy unidas las tres. La táctica fue trabajar sobre sus errores y ya la veníamos estudiando desde la competencia individual. Lo de la perfección es debido a la unidad, aquí todas las armas son una sola”, dijo Yamirka entre lágrimas de felicidad.
Por supuesto, Pedro Enriquez, el hombre que ha llevado las riendas por mucho tiempo de esta arma en la esgrima cubana no escondió el placer de vivir estos títulos. “Hemos arrasado en la espada y no puedo mencionar a nadie en particular: Yamirka imponente con su experiencia, Seily muy segura en cada toque; y Gavilán dio los golpes necesarios para la victoria”.
Por supuesto, detrás de esta gran actuación que vienen rindiendo los herederos de Ramón Fonst, nadie mejor que su comisionado Alhjadis Bandera para definirlo: “estamos contentos, pero todavía queremos más en las cuatro finales que nos quedan, porque el esfuerzo, tanto de los que están aquí, como de los que se quedaron en Cuba, ha sido grande.
“Ellos siempre han dicho que serán la generación encargada de devolver los resultados mundiales de la esgrima de los años 80 y 90 del siglo pasado. Y lo están cumpliendo con disciplina, entereza y entrega”, resumió el federativo, quien apuntó que los torneos celebrados en La Habana recientemente también han contribuido a la perfección en Barranquilla: de 5-5.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.