El después de Barranquilla en la pelota cubana

El después de Barranquilla en la pelota cubana

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Cuba terminó segunda en el béisbol de Barranquilla. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
Cuba terminó segunda en el béisbol de Barranquilla. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Barranquilla.- Este domingo terminó el béisbol de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe. La victoria 3-1 de nuestra selección contra los anfitriones colombianos dejó el agridulce sabor de la plata y la tabla salvadora de la clasificación hacia los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Sin embargo, la película, por más que lo reitere, era un final casi idéntico al vivido en la XIV edición de La Habana 1982. Segundo lugar, derrotas ante dos selecciones (Puerto Rico y Dominicana ayer; Puerto Rico y Venezuela hoy); y para rematar, una gran incógnita se abrió paso sin pedir permiso, pero muy segura de las intenciones: ¿Pasará algo después de esto como sí ocurrió hace 36 años?

Por aquel entonces la inamovible dirección de Servio Borges al frente del equipo nacional terminó su cometido; se establecieron nuevas exigencias para las preparaciones de nuestros conjuntos y se potenció el renacer de todas las categorías, entre otras ideas que reportaron años esplendorosos y luego, cual rutina de trabajo sin contrapartida eficiente, volvió a sucumbir por errores humanos.

¿Es acaso el béisbol el ombligo del deporte cubano? Quizás sea muy exagerado el término, pero más de un 70 % de la cara más visible del INDER hacia el pueblo sí lo es, en tanto constituye una expresión cultural de unidad, cubanía, tradición, identidad, historia y firmeza que apenas resiste la competencia de otras manifestaciones artísticas o sociales, igualmente intrínsecas en la raíz de nuestro gran ajiaco, al decir de nuestro Fernando Ortiz.

La pérdida del cetro regional es la última señal de una copa que viene rebosándose desde hace mucho rato. Sería muy iluso responsabilizar solo a Carlos Martí con este nuevo revés, aunque su dirección pueda haber cometido imprecisiones en Barranquilla; como tampoco debiéramos buscar en los números finales (294 bateo colectivo, 2,08 en promedio de carreras limpias y 993 en fildeo) el argumento perfecto para exponer que la preparación de casi tres meses fue la ideal, pues la mejor fórmula para validar un sistema de entrenamiento, desde épocas remotas, han sido los resultados. Y para el nivel de este torneo regional, el único resultado posible era revalidar la corona.

¿Acaso un segundo lugar ante peloteros boricuas agrupados a la carrera y que juegan en una liga doble A en su país; o de veteranos venezolanos que ya vivieron sus mejores años en la Liga Profesional y casi se unieron en el aeropuerto; o de colombianos que apenas cuentan con una liga seria de béisbol hace menos de 20 años, por solo citar tres ejemplos, puede considerarse aceptable para una selección nacional como la nuestra?

Cuba terminó segunda en el béisbol de Barranquilla. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
Cuba terminó segunda en el béisbol de Barranquilla. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Volvamos a las esencias y no a lo que pueda entorpecer los análisis futuros. Es cierto que hay un éxodo de peloteros hacia las Grandes Ligas y a otras de mayor remuneración económica que la nuestra sin la participación o contrapartida de la Federación Cubana de Béisbol por las leyes del bloqueo de Estados Unidos.

Es innegable también que la emigración de una fuerza técnica calificada hacia el exterior ha desprovisto a este deporte (y a otros tantos) de muchos entrenadores en la base y por tanto disminuye la búsqueda de talentos y se frena el desarrollo en todas las categorías.

Es realidad como un templo que faltan implementos para la práctica masiva y que los que existen o se pueden adquirir en las tiendas no van a parar a manos, en muchos casos, de los que más virtudes tienen para jugar, sino de los que más poder adquisitivo reúnen hoy en nuestra sociedad.

Es igualmente imposible pensar en echar hacia delante un carro como este si dejamos a la espontaneidad los planes de entrenamiento de cada provincia para las series nacionales, tal y como ha ocurrido en las últimas campañas.

Y así pudiéramos seguir mencionado variables, una más, otras menos, que andan poniendo minas a las bolas y los strikes desde hace más de dos décadas. Por eso, más allá de lo que se ha logrado a través de contratos internacionales en Japón, Italia o Canadá; o de cambios de estructuras para mejorar un poco más la calidad en una segunda fase, el béisbol cubano necesita, lo implora, una revisión a fondo, casi un Congreso, con todos los actores sociales que intervienen, tocan o rozan su vitalidad y salud, liderados por el INDER.

El segundo lugar obtenido en el estadio Edgar Rentería es peor que el tercero de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015; deja atrás la espina de no haber clasificado para el mundial sub 23 (por cierto, la sede de esa lid del orbe se la acaban de dar a Barranquilla) y hace olvidar los lugares discretos alcanzados en los dos últimos Clásicos Mundiales (2013 y 2017), por solo citar tres de los últimos eventos oficiales, sin que por eso obvie los terceros y cuartos puestos en las Series del Caribes más recientes.

Lo preocupante a la par de todo lo anterior en materia deportiva es que el pueblo llegue a perder la fe en sus peloteros y en las Series Nacionales que por tantos años han sido el principal espectáculo sociocultural del país. O que llegue a la resignación de que no disputaremos más los puestos cimeros internacionalmente porque “ya no nos tocan”.

Si esta plata de Barranquilla no remueve los cimientos de nuestro béisbol mañana habrá pantalla en el estadio Latinoamericano y Alfredo Despaigne seguirá quizás su imponente paso por la Liga Profesional de Japón, pero dentro de cada niño, joven, mujer o adulto que vibra con un swing, un jonrón o un fildeo se irá apagando, poco a poco, una de las pasiones y orgullos más grandes que hemos tenido como cubanos desde finales del siglo XIX.

Todavía estamos a tiempo. Todos.

Acerca del autor

Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.

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10 comentarios en El después de Barranquilla en la pelota cubana

  1. ¿Por qué no se dice la verdad de una vez de lo que le ocurre al béisbol y al deporte en general en nuestro país?¿Por qué culpara Higinio y a los peloteros que como borregos, juegan al béisbol una vez y otra también, según se dice en Cuba, por métodos científicos?¿Quién es científico, Leonardo Goire?¿Un pelotero matancero que no destacó mucho en series nacionales?¿Un pelotero sin una experiencia internacional de envergadura y sin haber topado continuamente con peloteros profesionales?¿por qué no dejar al frente de los clubes de las provincias a peloteros de la talla de Kindelán, Casanova, O´Reilly, Fernando Sánchez y compañía? Por poner un ejemplo, el entrenador de pitcheo de Santiago de Cuba es Elizardo Guilart, un pitcher que cuando no le daban palos, él daba bases por bolas. ¿Y ese es quien va a enseñar a los nuevos lanzadores santiagueros?¿Con qué experiencia, con qué calidad deportiva?.
    Por otra parte, no podemos condenar a los Higinio y compañía. Ellos hacen lo que pueden con lo que tienen y con lo que les permiten hacer. Recordar que antes nos oponíamos a que nuestros peloteros juagaran como profesionales y hoy los mandaos a jugar a ligas de menor calidad que la nuestra para arañara algunos dolaritos, por poco que sean. Ahora vale todo, el caso es recaudar divisas a como dé lugar. Por poner un ejemplo claro, ¿Recuerdan aquel año que se dijo que los peloteros podían irse a jugar fuera con contratos siempre que estuvieran retirados?¿Cuántos peloteros se retiraron aún estando en forma?¿Nade se detuvo a pensar cuál era el mensaje de esa espantada a mansalva?¿Cuál fue la decisión tomada por el INDER y el Estado Cubano? lo de siempre: CERRAR y VOLVER A CERRAR.
    Es decir, que el INDER cerró esa posibilidad ante la avalancha de retiros de muchos peloteros y sus solicitudes para irse a jugar y conseguir, al menos, unos dolaritos para resolver y suavizar la economía familiar. Es cierto que los aplausos del pueblo animan y estimulan, pero también es cierto que no resuelven los problemas económicos de los peloteros.
    No culpemos más a esos muchachos que pelean y obedientemente cumplen con todo lo que s eles dice, juegan hasta la extenuación, se van a jugar fuera y regresan, a pesar de las buenas tajadas de dinero que se lleva nuestro gobierno cubano y el INDER. No culpemos a Higinio y compañía porque ¿qué pueden hacer ellos?¿sacar de dónde no hay?¿hacer que estos muchachos sean los Kindelán, Pacheco, Vinent, Rogelio García, Valdez, Casanova, Cheíto, etc., de antaño?¿Alguien sabe cómo se hace eso?
    Hemos perdido un tiempo precioso y valioso en defender el amateurismo porque entre otras cosas, así podíamos ganarles a los universitarios norteamericanos y japoneses. sin embargo, el mundo iba evolucionando hacia el profesionalismo y eso, mal que nos pese, nos engulló completamente y nos dejó en la parte trasera del desarrollo. Fíjense si no, que el equipo de Colombia, al que noqueábamos antes sin mucha dificultad, hoy se bate con nosotros de tú a tú y hasta nos gana. Fíjense en el clásico mundial, el partidazo que le dieron a los americanos, un equipo plagado de grandes figuras de la MLB.
    Así que, por favor, ya está bien de palabras y palabras, que son las mismas de siempre pero un poco disfrazadas y pidamos, por ejemplo, que nuestros peloteros (CUBANOS como cualquiera de nosotros, aunque se nos haya obligado a decir lo contrario) puedan volver a nuestro país a enseñarnos lo que aprendieron en países más desarrollados que el nuestro, dejemos que esos muchachos, que también han puesto en alto el nombre de Cuba, regresen a entrenar a nuestros jugadores o a mezclarse con ellos para ayudarnos a ganar eventos y a mostrar nuestra verdadera fuerza. Dejemos de llamarlos traidores y tratarlos como tal, porque la inmensa mayoría de ellos quieren representar a nuestro país, pero nuestra ideología solo sabe tratarlos de traidores y malos hijos de Cuba, porque no se quedaron en Cuba a pasar las vicisitudes que pasan hoy los que se han quedado. Su elección de buscarse la vida jugando fuera, separados de sus familias, una decisión que se me antoja dura y difícil, es tan respetable como la de los que han decidido quedarse jugando en nuestro país. Pero mientras sigamos pensando que en Cuba tenemos la verdad última de todo y que solo quien haga lo que se «orienta» en Cuba es digno de ser cubano, estamos muy fastidiados. Pregúntenle al pueblo si le gustaría o no que nuestros peloteros que juegan fuera nos representen en los eventos internacionales. Ya verán la respuesta. Eso sí, no les pregunten a «personas seleccionadas» porque si no, la respuesta ya la sabremos de antemano.
    Saludos a todos los cubamos estén donde estén, siempre que no actúen en contra del pueblo cubano.

  2. Todo lo comentado por Joel es correcto, solo que justificar la debacle del béisbol cubano por la emigración de muchos jóvenes y peloteros formados hacia otros países donde se remunera mejor no creo que sea la causa principal, en todo el mundo los peloteros de calidad están jugando en grandes ligas, los paises que hoy le ganan a Cuba, tampoco tienen sus mejores deportistas en sus filas, los jóvenes de estos países se forman desde niños con el sueño de jugar en grandes ligas, las ligas menores de todos los equipos están repletas de jóvenes talentos de todos los paises de América latina y con los que se quedan en el camino, organizan un equipo y son capaces de ganarnos, de hecho, peloteros nuestros son enviados a ligas de dudosa calidad como la de Colombia, Panamá y hasta Canadá no para foguearse como quieren hacernos ver, sino para ganarse un puñado de dólares, algo que me parece muy correcto, pero hasta que no se tome en serio la serie nacional y se le garantice a los deportistas un salario digno no se arreglara nada, mientras exista esa división entre buenos y malos dependiendo del lugar donde se viva, poco se podrá hacer, la política es muy bonita, pero el deporte es otra cosa, es algo mucho más sano donde los participantes defienden su bandera, su patria su terruño, etc, pero sin la sensación de que siempre hay que regresar «con el escudo o sobre el escudo».

  3. Un saludo y mis felicitaciones Joel, Muy buen artículo. Sin embargo creo que hay un elemento que se te escapa y es la participación real y efectiva que merece y quiere el pueblo en estos asuntos. El pueblo es sabio y frente a cada gran problema Fidel le convocó y lo dejó hacer.
    Con respecto a los problemas económicos que afectan a nuestro béisbol son reales y existen pero son más reales y persevera con más fuerza el mal uso que se le da. Compara nada más el megapresupuesto de nuestro béisbol contra el que tienen otras disciplinas como por ejemplo el fútbol .. que es mucho más barato, pero ese no es el tema (el tamaÑo del presupuesto, sino como se usa, que se hace para aprovcharlo y sobre todo ̉a quien le importa su control y ejecución. De qué tamaÑos son nuestros equipos de pelota. ? Nuestra serie nacional no es gigantesca en cuanto a la proorción gastos – posibilidades financieras. El pueblo se está cansando de que le dilapiden el sudor de su frente.

  4. Ni congreso ni reunión ni palabras resuelven la degradación paulatina del béisbol cubano (acuciada por decenas de factores internos y externos). Los congresos nos confunden -son como la zona de strike en nuestra Serie Nacional -; las reuniones se convierten en chistes de dugout, donde se pierde el tiempo cuando hay que estar atento al juego de pelota, y las palabras roletean por zona foul una y otra vez -por enésimas veces- a la espera de no convertirse en un tercer strike. La pelota necesita DECISIONES DE ESTADO, que incluye, primero que todo dinero, mucho más que el que se invierte hoy.

  5. Mi amigo Joel García, ciento por ciento de acuerdo contigo..Desde hace años estoy hablando y advirtiendo todo lo que está ocuriendo en el béisbol cubano, tratando de que alguien, y sobre todo, que los grandes decisores tomen partido en este asunto, que para mí es de vital importancia, pues por tratarse de nuestro deporte nacional, es como tú has dicho, la cara mas visible del trabajo y los resultados del INDER, además de ser la disciplina que más mueve al aficionado cubano, y el espectáculo deportivo-recreativo que más espera la afición nacional.

    No se trata de estructuras y de reuniones vacías,a veces cargadas de elogios y autocomplacencia, no se trata de refuerzos que engañan la calidad de nuestros torneos y de nuestros equipos y resultados. En tiempos anteriores cada cual competía solo con los peloteros que tenía en su territorio y eran campeonatos dignos de imitar, llenos de público y de calidad y rivalidad deportiva. Hoy todo lo queremos resolver con estructuras y refuerzos, cuando al final los equipos y las provincias quedan con las mismas carencias y dificultades de siempre, y nada avanza.

    Sí, estoy de acuerdo contigo Joel, hay que hacer casi un Congreso sobre el béisbol en nuestro país, escuchar a mucha gente, hacer cambios a todos los niveles, limpiarnos de compromisos y de métodos de trabajo que nada le han aportado a nuestro deporte nacional más allá de críticas, reiterados y fuertes cuestionamientos y malos resultados en la mayoría de los eventos donde tomamos parte.

    Me uno a tu comentario, lo aplaudo con las dos manos y los dos piés; y te confirmo que siempre estaré al lado de los que en cualquier sitio aboguern por defender, mejorar y desarrollar nuestro deporte nacional, que bastante ha perdidio, y que ya implora, pide a gritos, que se ocupen de él como hay que hacerlo. Pobre de los que con su apología y autocomplacencia no ven más allá de sus narices las necesidades y carencias de nuiestro querido béisbol, porque yo las he visto y las he comentado desde hace mucho rato.

    Normando Hernández Castro, Emisora «CMH», Villa Clara.

  6. muy bueno tu escrito Joel, pero ya viste una vez mas como ayer al terminal el juego salieron como si hubiensen ganado el campeonato, cuando lo que debía es darle vergüenza, empezando por el primero higinio que no debia ni haber salido al terreno.

  7. Seguir pensando en una liga con 8 equipos con invercion de las corporaciones existentes en cuba que los responsables o dueños de los equipos reunan sus equipos o su plantilla completa de acuerdo a sus posibilidades para tener mejores piezas que le paguen bien su contrato a sus piezas y se adquieran de una negociacion con la provincia que lo tengan los nombre y logo se ran tambien negocido con ls camara de comercio y registrados legal mente con el inder cuba deportes y los dueños de los equipos seria estar a tono con lo que pasa en las diferentes ligas la serie nacional continuaria y seria la vitrina para que los dueños de los equipos vean lo que quieren tener en sus nominas es algo mad o menos que me gustaria a mi como amante de beisbol cubano

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