En las jornadas finales del Congreso de la Upec no faltaron las ideas y enseñanzas de tres referentes contemporáneos del periodismo cubano lamentablemente fallecidos: dos expresidentes de la organización, Julio García Luis y Antonio Moltó; y por supuesto, del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz.
¿Qué periodismo queremos?, un libro que recopila textos inéditos de Julito —como le decíamos todos—, nos devolvió otro cuerpo teórico y decenas de argumentos para seguir defendiendo el sistema de medios públicos en Cuba, que debe mejorar su funcionamiento con la Política de Comunicación, aprobada recientemente y en la que se trabaja fuerte para su implementación, con esperados beneficios económicos también para algunos de sus principales actores, es decir, los periodistas.
A Moltó se le recordó en la sala del Palacio de Convenciones con varias sentencias dejadas en sus intervenciones o debates profesionales, sobre todo esas que nos recuerdan que nuestra organización sirve para ponerle luz a un país y para decir Sí donde otros dicen NO se puede. ¿Cómo soñar en un modelo de prensa para la Cuba del 2018 sin pensar en los obstáculos, puertas por abrir y sombras que alumbrar en no pocas instituciones y funcionarios, anclados aún en la administración de la información y no en el derecho del pueblo a conocerla, interpretarla y comentarla.
Y por supuesto, la confianza, conspiración y apoyo de Fidel estuvo rondando los debates. “No hay absolutamente nada de lo que se refiere a nuestra prensa que no pueda ser objeto de mejoría y de perfeccionamiento (…) cualquier tipo de queja que tengan nuestros periodistas puede ser atendida y puede ser resuelta porque, tanto como lo desean ustedes, el país necesita la máxima calidad de nuestra prensa, el país necesita un trabajo óptimo de la prensa, si fuera posible alcanzar un trabajo óptimo”, dijo en el VI Congreso en 1993, pero parecía dicho con total actualidad 25 años después.
Entre 270 delegados y más de 100 invitados primó el compromiso con los dos discursos que tienen todas las profesiones y que Julito ilustró como nadie en el 2011: “El que aparece en los mensajes impresos, radiales, televisivos o en las ediciones digitales; y otro, el discurso de la profesión, el del periodista, como sujetos sociales de ese campo”.
Por eso se discutió, con altura académica, cómo ser más creativos, actualizados, creíbles, críticos y revolucionarios, al tiempo que se exigieron, con igual altura ética, demandas internas como salario, formación del relevo, política de cuadros y una organización más pegada a sus afiliados en la base y con mayor trabajo vocacional.
En más de una intervención vimos el espíritu de Moltó llamándonos al orden y al rigor, a premiar a quien se merece y a escribir ese reportaje que pueda estremecer un país. Por eso se pudo debatir sobre los jóvenes en cargos de dirección, la necesidad de gestionar mejor los contenidos, las buenas experiencias de medios provinciales y nacionales, lo que hay que hacer con urgencia para no perder la memoria histórica, lo importante de tener un Código de Ética fortalecido y el alejamiento total del triunfalismo en nuestros reportes de una vez y por todas.
El discurso del Presidente Miguel Díaz-Canel nos devolvió al mismo Fidel que nos hizo a los periodistas rebeldes, insatisfechos, pero siempre pegados al corazón de la sociedad y la Revolución. Más de uno de los participantes en el VIII Congreso de la Federación Latinoamericana de Periodistas en 1999 recordamos, por momentos, las palabras de clausura del Comandante en Jefe, conectadas con el lema central del décimo cónclave de colegas cubanos: “La verdad necesita de nosotros”.
Dijo entonces Fidel: “¿Quiénes pueden persuadir en el mundo? Los comunicadores, los que trasmiten mensajes, y cuanto mayor sea la eficacia, la gracia, el arte, la transparencia, la valentía con que, sin concesión alguna, los trasmitan, más personas conquistarán, más mentes se liberarán de la mentira”.
Y ese sigue siendo el reto.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.