Durante su intervención en el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff ratificó que el Partido de los Trabajadores (PT) continuará apoyando la candidatura del líder Luiz Inácio Lula da Silva para los comicios de octubre próximo.
Agradezco el apoyo brindado por nuestros compañeros de América Latina, Europa, Estados Unidos y otras partes del mundo en favor de la liberación de Lula, afirmó en la plenaria Contra el colonialismo y por la solidaridad antimperialista, que ocupó parte de la agenda dominical del evento que reúne a más de 400 delegados en el capitalino Palacio de Convenciones.
Rousseff subrayó la importancia de poner “dentro de las urnas” a Lula y sus ideas en las venideras elecciones. Hoy infelizmente se cumplen 100 días de su encarcelamiento como prisionero político, pero no nos abatimos porque sabemos que resistir es la condición para construir el futuro, aseveró.
La economista y política brasileña definió a la democracia como un árbol que el golpe militar puede tumbar de un solo hachazo. En el caso de su nación, “el golpe parlamentario que ha realizado una parte del mercado financiero, de los medios y los sectores de la institución policial y judicial, es diferente: no corta de un golpe al árbol, sino que lo corrompe con hongos y parásitos desde dentro”.
Eso es lo que está sucediendo en Brasil, dijo, y subrayó que la etapa más complicada es la contaminación progresiva de todas las instituciones, algo que no podemos aceptar.
Refiriéndose al proceso llevado en su contra, la dirigente explicó que la acusaron de algo absurdo, “conociendo las manipulaciones del presupuesto; no pudieron culparme de cualquier otro delito”. El golpe fue un proceso, con varias fases, refirió.
Dilma denunció que en su país, minado por la desigualdad social, aplicaron un conjunto de reformas para revertir los progresos alcanzados por el PT: la reforma laboral, por ejemplo, ha sido criminal; cambiaron el presupuesto de la salud, la educación y quitaron el programa de viviendas.
No acabaron con el programa Mais Médicos que se lleva adelante gracias a la colaboración cubana porque sabían que fracasarían, expresó, y reconoció que en su tierra se admira mucho a Cuba por la calidad de sus sistemas de educación y salud, los cuales han beneficiado a millones de personas en el Estado suramericano.
“El golpe moderno que se dio en Brasil, Paraguay y Honduras tiene un componente donde el poder judicial asume un papel estratégico. (…) Se utiliza la ley como arma de guerra. Montaron esta novela para impedir que Lula esté en la palestra política”, consideró.
Algunos se preguntan por qué no tenemos un plan B. No tenemos un plan B porque Lula es inocente, encarna los sueños y esperanzas del PT y de su fuerza política transformadora. Frente a esa realidad, repito las palabras del compañero (José Ramón) Balaguer: la resistencia es la condición de la victoria, aseguró.
Previo a su intervención, Rousseff declaró a la prensa que cada día que pasa Lula en la cárcel, crece su apoyo popular.
De acuerdo con la exjefa de Estado el líder tiene posibilidades reales de ganar, porque cuenta con una intención de voto del 40 %, cifra a la que no llegan el resto de los candidatos de conjunto.
El pueblo y todas las encuestadoras de las más diversas tendencias políticas de Brasil están reconociéndolo. Es el momento de ratificar su candidatura, agregó.