La duodécima versión de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (27 de febrero al 13 de marzo de 1974) regresó por cuarta ocasión a una Isla, en esta ocasión: República Dominicana. Por vez primera se sobrepasó la cifra de dos mil atletas (2052), en tanto la esgrima quedó excluida, algo que tampoco había ocurrido antes.
Una de las supresiones que más afectó a la comitiva cubana fue la de la modalidad de fuerza en las pesas, donde se repartía una buena cantidad de títulos, sin embargo, nada impidió que el número de campeones creciera en comparación a cuatro años atrás, llegando incluso a duplicar en total de preseas a México, segundo lugar por países.
La inclusión del sóftbol femenino reservó una nota singular con la victoria de Belice, nación que ganó así su primera corona en estas justas. La lanzadora Linda Lewis trabajó en todos los partidos del equipo beliceño y archivó nueve éxitos con una solitaria derrota, hazaña irrepetible en este tipo de certamen.
En el debut de las velas, Jamaica e Islas Vírgenes compartieron los máximos honores, con nuestros representantes a la zaga; mientras Cuba arrasaba en 14 de las 18 disciplinas puestas en disputa. La consolidación deportiva de la Isla era un hecho con creces.
Canastazos históricos en Quisqueya
En once Juegos Centroamericanos y del Caribe, Cuba jamás había podido conquistar el cetro del baloncesto masculino. Pero en la justa dominicana, un equipo de ensueño, bronce olímpico en Munich 1972 y cuarto mundial en 1974, arrolló a canastazos a todos sus adversarios y se llevó el oro en Quisqueya.
A pesar de la ausencia de Panamá, monarca defensor, el quinteto tricolor convenció con sus triunfos a las fuertes selecciones de Puerto Rico y México, ambos por diferencias superiores a los veinte puntos. Pedro Chappé, Alejandro Urgellés, Juan Roca, Ruperto Herrera y Miguel Calderón eran algunos nombres ilustres de aquel conjunto.
Dentro del campo y pista, lo más sobresaliente ocurrió en las piernas de Silvio Leonard y Alberto Juantorena, quienes regalaron sus oros con extraordinario desempeño y récords para el evento. En el caso de Juantorena sería la primicia de lo que sucedería dos años después en los Juegos Olímpicos, cuando se convertiría en el primer humano en hacer el doblete dorado en 400 y 800 metros.
Otra actuación memorable la registró el gimnasta Jorge Cuervo, monarca en todos los aparatos y el all around, con la única excepción del caballo de arzones. Este hecho lo llevó a considerarlo el rey de los Juegos. Dentro de cuatro años, Medellín, sería la nueva anfitriona de estas fiestas.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.