En la XXIV edición del Festival Nacional del Humor Aquelarre 2018, una de las citas más esperadas por el público para disfrutar de las ocurrencias de los artistas en el escenario, se presentaron espectáculos en los centros culturales Bertolt Brecht y Raquel Revuelta, la sala Adolfo Llauradó y los teatros Karl Marx y Mella, donde pudieron apreciarse diversas maneras de concebir y llevar a las tablas obras representativas de la sociedad cubana actual, en las funciones de los grupos Caricare, Etcétera, La leña del humor, Teatro Tuyo, La Oveja Negra, Avispas, Pagola la paga, Teatro callejero Andante, Komotú y Carcajada.
Como parte del encuentro, el Premio Nacional del Humor 2018 fue entregado a Octavio Fernández, Churrisco, y al caricaturista Pedro Méndez.
El humor ha sido (y es) una de nuestras principales fortalezas dentro de la cultura cubana, con marcada presencia en las diversas manifestaciones artísticas. No es de extrañar entonces que el encuentro estuviera dedicado a la música y al béisbol, dos expresiones de nuestra idiosincrasia, las cuales fueron abordadas y debatidas en las sesiones del evento teórico, como parte indisoluble de lo que llamamos cubanía e identidad nacional. Ese gracejo popular y capacidad de reír nos ha permitido tener otra mirada ante situaciones difíciles. Desde el teatro vernáculo hasta el más contemporáneo, el humor ha latido con una poderosa fuerza para continuar con una de sus metas fundamentales: ganar en audiencia y originalidad.