Por Roberto M. López de Vivigo
Los penales son para cualquiera y eso no va a cambiar nunca. Puedes tener el mejor portero del mundo y los tiradores más efectivos, pero esa lotería tiene más de suerte que de fútbol. Inglaterra no jugó un gran partido durante los 120 minutos y desde los once pasos rompió el maleficio de no llegar a cuartos de final, maldición que superaba ya los 10 años. El encuentro se repartió el dominio para los europeos y la selección de Colombia por lo que el empate a uno tenía mucho de justicia en los 90 minutos reglamentarios.
El técnico Gareth Southgate tenía a sus pupilos en mejor forma física tras darle descanso en el último partido en fase de grupos frente a Bélgica. Dele Alli y Harry Kane volverían a ser titulares. Por el contrario, José Pékerman no podría contar con su principal figura, James Rodríguez, quien se perdía el partido por lesión; Juan Fernando Quintero tendría que asumir ese vacío.
En el Otkrytiye Arena de Moscú ambos conjuntos tenía paridad en el promedio de edad, 26 años y pico. En las gradas la afición cafetera era mucho mayor y apretaría en todo el encuentro.
Los primeros minutos fueron para los del Viejo Continente y no le prestaban el balón a sus rivales que esperaban al contragolpe. Kane avisó temprano y al 15 pudo anotar de cabeza. Colombia por su parte a la altura del 20 seguía sin generar ocasiones con un Quintero solitario al recibir la Telstar. Precisamente, el del River Plate tuvo una para su equipo pero remató fuera del arco.
Poco después comenzaba la tónica de lo que sería el partido, un árbitro que no podía tener el control y solo se apoyaba en las tarjetas amarillas. Wilmar Barrios recibía amarilla por un cabezazo contra Jordan Henderson. En el agregado Quintero fue protagonista de nuevo, mas su zurdazo no inquietó al cancerbero Jordan Pickford.
El marcador no se movió y todo quedaba listo para los 45 de la verdad. A cinco minutos de salir de los vestuarios Carlos Alberto Sánchez volvió a ser la bestia negra de los penales provocados y aguantó a Kane, quien puso en ventaja a los suyos suave y al centro. Nada que hacer para David Ospina.
Pekerman no quiso esperar demasiado y metió a Carlos Bacca por Jefferson Lerma. Los colombianos protestaban todo, razón incluida, y Radamel Falcao era amonestado al 63.
El partido era de ida y vuelta, sobre todo en el final, aunque los cafeteros no lograban concretar. Andrés Mateus Uribe saltaba al césped para asociarse con Quintero y el del América casi desempata en el agregado de rebote. El héroe de este Mundial para los sudamericanos apareció otra vez y de cabeza, Yerry Mina puso el 1-1 en la pizarra luego del cobro de esquina de Cuadrado. La Mina de oro cafetera se convertía así en el tercer defensa en anotar tres goles en una misma edición de la Copa del Mundo, por detrás de Paul Breitner (1974) y de Andreas Brehme (1990).
De esta forma se iban al alargue con los Colombianos más ofensivos en los primeros 15 y todo lo contrario en la segunda parte, dominio de los ingleses. Al final no se harían daño y la suerte se definiría en los penales.
Falcao, Kane, Cuadrado, Rashford y Muriel anotaron sin problemas. El tercer intento de los europeos lo erró Henderson e inmediatamente después Uribe igualaba a un fallo por bando. Trippier marcó para empatar la lotería y Bacca no pudo ponerla dentro. Dier se hizo grande y marcó el gol que ponía a Inglaterra en cuartos de final frente a Suecia.
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Estudiante de Periodismo.